Bolivia se paraliza "con normalidad" por su primer censo general en 11 años

  • Bolivia se paralizó hoy por la realización de su primer censo general en 11 años, que se desarrolla con normalidad y bajo estrictas restricciones para los bolivianos y extranjeros, como las de desplazarse por el país, circular por las calles y beber alcohol.

La Paz, 21 nov.- Bolivia se paralizó hoy por la realización de su primer censo general en 11 años, que se desarrolla con normalidad y bajo estrictas restricciones para los bolivianos y extranjeros, como las de desplazarse por el país, circular por las calles y beber alcohol.

El primer boliviano en ser censado fue el presidente del país, Evo Morales, quien antes de ser entrevistado por una trabajadora del Instituto Nacional de Estadística (INE) afirmó a los periodistas que el de hoy es un censo soberano y el primero que no busca rendir cuentas "a los organismos internacionales para que se hagan cargo de nuestra pobreza".

Morales destacó que los resultados definitivos, que se conocerán dentro de 6 meses, permitirán "planificar el desarrollo del pueblo boliviano" y que sea éste quien enfrente su pobreza y necesidades.

Calles y carreteras desiertas por las que apenas circulan unas decenas de vehículos autorizados; fronteras, bancos y comercios cerrados; aeropuertos abiertos sólo para vuelos internacionales y familias reunidas en sus casas dibujan hoy la estampa de un país que, en palabras de Morales, quiere saber "cuántos somos, cómo estamos y qué hay que hacer".

Las restricciones comenzaron a aplicarse desde la pasada medianoche y concluirán 24 horas después en las principales ciudades.

En zonas del interior se prolongarán dos días más para posibilitar que los empadronadores lleguen, en algunos casos atravesando ríos, a las zonas más inaccesibles.

Son 217.000 los agentes censales que desde primera hora de la mañana recorren puerta por puerta todas las viviendas de Bolivia para recopilar los datos de sus habitantes y sus condiciones de vida.

Precisamente el único incidente destacable de la jornada tuvo como protagonistas a un grupo de 4 a 6 empadronadores que fueron retenidos en Yucumo, en el departamento amazónico del Beni, en medio de una pelea entre dos comunidades que no se ponen de acuerdo sobre el municipio al que pertenecen.

Además, hasta el mediodía la policía había detenido a unas 328 personas y retenido 356 vehículos en distintos puntos del país por violar las diversas prohibiciones vigentes.

Al margen de estos incidentes y del retraso provocado por las lluvias en el departamento del Beni la jornada se está desarrollando con normalidad y ya se habla de un 50 % de la población censada, informaron en una conferencia de prensa la ministra de Planificación para el Desarrollo, Viviana Caro, y el director del INE, Ricardo Laruta.

Esta normalidad contrasta con los incidentes registrados en las últimas semanas, cuando a causa de conflictos limítrofes se produjeron bloqueos de carreteras en varios departamentos en protesta por la cartografía empleada en el recuento nacional.

Uno de los principales objetivos del censo es la redistribución de los recursos económicos del Gobierno a los distintos departamentos y municipios en función de su población, así como la asignación de escaños en la Asamblea Plurinacional Legislativa.

Otro de los puntos polémicos del censo ha sido la exclusión del término "mestizo" de las boletas censales, si bien el presidente Evo Morales adujo hoy que en ninguno de los recuentos de población anteriores se incluyó dicha denominación.

La inclusión de este término fue planteada al Gobierno por la oposición y sectores intelectuales de clase media, pero no tuvo éxito frente a preguntas censales sobre la identidad indígena.

En el censo de 2001, un 62 % declaró una identidad indígena, un dato demográfico que cobró relevancia para explicar la llegada al poder en 2006 de Morales, de origen aimara.

Los cuestionarios incluyen también preguntas sobre cuestiones que no se habían tratado en los censos nacionales anteriores, como la inmigración, la eliminación de basuras y el acceso a las nuevas tecnologías.

No hay preguntas sobre opciones sexuales y religiosas.

Bolivia contaba con 8,3 millones de habitantes según el censo de 2001, una cifra que se espera que supere ahora los 10 millones.

Este censo se realiza con un año de retraso, ya que la previsión original era llevarlo a cabo en 2011, exactamente una década después del anterior.

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