Un bombardeo estadounidense mata a 40 combatientes de Al Qaida en Yemen

Al menos 40 combatientes de Al Qaida en Yemen murieron en un bombardeo aéreo estadounidense, un duro golpe para la red extremista que ha ampliado su zona de influencia aprovechando la ausencia de un Estado central en este país en guerra.

El bombardeo, informaron fuentes locales este miércoles, apuntó a un campo de entrenamiento del grupo yihadista en Hajr, al oeste de Mukalla, una ciudad portuaria del sudeste en poder de Al Qaida desde hace casi un año.

"Al menos 40 combatientes de Al Qaida murieron y otros 25 resultaron heridos", declaró a la AFP una fuente gubernamental local.

Según una fuente tribal, "eran nuevos reclutas" de AQPA que recibían entrenamiento en esta región montañosa.

"Es el primer ataque aéreo de envergadura del ejército estadounidense contra una posición fija de Al Qaida en Hadramut desde abril pasado", declaró a la AFP Mustafa Al Ani, experto del Gulf Research Centre. Se llevó a cabo con aviones de combate que salieron de sus bases marítimas o de Yibuti, dijo.

Hasta ahora los drones estadounidenses solían atacar a miembros de Al Qaida que circulaban en coche, recuerda el experto.

La ciudad portuaria de Mukalla está en poder de Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA), que se apoderó de ella aprovechando que las fuerzas gubernamentales concentraban sus fuerzas en la lucha contra los rebeldes chiitas hutíes proiraníes.

El Pentágono informó por la noche del bombardeo, diciendo que había causado "decenas" de muertos en un campo utilizado por más de 70 combatientes.

"Este ataque asesta un golpe a la capacidad de AQPA de utilizar Yemen como base para ataques contra estadounidenses e ilustra nuestra determinación de derrotar a Al Qaida", justificó el portavoz del Pentágono, Peter Cook.

Fuentes tribales y gubernamentales habían atribuido inicialmente el ataque aéreo a la coalición militar árabe que actúa bajo mando saudí desde hace un año en Yemen.

Desde marzo del año pasado, esta coalición combate a los rebeldes hutíes que, en su progresión hacia el sur, se han apoderado de la principal base aérea de Yemen, la de Al Anad, de donde Estados Unidos tuvo que evacuar a sus militares.

La guerra contra los hutíes permitió a las fuerzas progubernamentales recuperar cinco provincias del sur. Pero también favoreció la expansión de AQPA y el asentamiento del grupo Estado Islámico (EI), activo en Siria y en Irak.

Consciente del impulso de estos grupos yihadistas, la coalición árabe lanzó la semana pasada sus primeros bombardeos aéreos contra bastiones de Al Qaida en Adén (sur), la capital "provisional" del país.

"Los estadounidenses se dan cuenta de que Al Qaida comienza a extender su influencia de forma inaceptable tras haberse dotado de campamentos para el entrenamiento de sus simpatizantes", afirma Ani.

Según este experto especializado en seguridad, Al Qaida podría "replicar al bombardeo estadounidense del martes".

Al Qaida lleva tiempo asentada en el sur de Yemen, donde durante un año controló la provincia de Abyan, de donde fue expulsada en 2012. El grupo priorizó "la lucha contra los hutíes, al mismo tiempo que consolidaba sus relaciones con las tribus", muy influyentes en el país.

Por miedo a nuevos bombardeos, los partidarios de Al Qaida evacuaron el miércoles los edificios públicos que ocupaban en Mukalla, según varios habitantes.

Por otro lado, miembros de una tribu capturaron el martes por la noche en Abyan a un comandante de la red yihadista, Helmi al Zengui, cuando se dirigía de Adén a Mukalla, y lo entregaron a las autoridades locales, informaron fuentes de seguridad.

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