Bruselas hace un nuevo intento por encarecer el CO2 con un fondo de reserva

  • La Comisión Europea (CE) presentó esta semana una nueva medida dirigida a recuperar el desplomado precio del dióxido de carbono (CO2), mediante la creación de un fondo de reserva destinado a absorber parte del exceso de permisos de emisión que existe en el mercado.

María Ruiz

Bruselas, 25 ene.- La Comisión Europea (CE) presentó esta semana una nueva medida dirigida a recuperar el desplomado precio del dióxido de carbono (CO2), mediante la creación de un fondo de reserva destinado a absorber parte del exceso de permisos de emisión que existe en el mercado.

El objetivo último de Bruselas es hacer valer la máxima que ha guiado la política climática de la Unión Europea (UE) desde 2005, "el que contamina paga", que se ha visto completamente desvirtuada por la caída en picado del precio de los permisos que tienen que comprar las industrias para poder emitir CO2.

Esta realidad ha hecho que en la práctica resulte más barato contaminar, es decir, comprar permisos y emitir CO2, que invertir en tecnologías limpias; todo un fracaso visto el propósito inicial del bloque comunitario.

Cuando la UE ideó la creación de los permisos de emisión, que dan derecho al que los adquiere a emitir una tonelada de CO2, calculó que cada uno costaría unos 30 euros.

Hoy esos permisos se pagan a cerca de 5 euros y en su momento más crítico, abril de 2013, llegaron al mínimo histórico de 2,46 euros.

"Ya es más barato arrojar una tonelada de CO2 a la atmósfera que comprar una hamburguesa", recordaba una conocida campaña climática.

Esta situación se debe a un cúmulo de factores, pero en parte a la crisis económica y a la consiguiente reducción de la actividad industrial, las emisiones y la demanda de permisos.

El Ejecutivo comunitario calcula que el desajuste entre oferta y demanda ha generado alrededor de 2.000 millones de permisos de emisión redundantes en el mercado europeo (conocido como "ETS"), que en total alberga unos 9.000 millones de permisos, todo ello para el periodo 2013-2020.

Para después de 2020, los cálculos de Bruselas apuntan a que el problema será aún mayor y sobrarán unos 2.600 millones de permisos.

La CE ya propuso una primera medida en 2013 para hacer frente a esta situación durante los próximos siete años -el aplazamiento de la venta de 900 millones de permisos, llamado en la jerga comunitaria "back-loading"-, pero aún tenía pendiente proponer algún tipo de arreglo para aplicarlo a partir de 2021.

El fondo de reserva o "reserva para la estabilidad del mercado", como le gusta llamarlo a Bruselas, nace con unas normas muy precisas que permiten la retirada de permisos del mercado cuando como ahora exista un exceso de gran magnitud, pero también su reintroducción si el problema en algún momento llega a ser la escasez de permisos y la subida incontenible de su precio.

En concreto, la CE propone que a partir de 2021 y sobre la base de los datos que se publiquen el año precedente, se puedan trasladar al fondo de reserva el 12 % del número total de permisos en circulación siempre que supere los 100 millones.

Para devolver al mercado permisos que ya se encuentren en la reserva los criterios serán dos.

Se podrán inyectar en el mercado 100 millones de permisos del fondo cuando el número total de permisos en circulación ese año sea inferior a 400 millones o cuando el precio del carbono lleve seis meses consecutivos siendo tres veces superior a la media de los dos años precedentes.

Esta compleja propuesta que la CE ha recogido en una decisión, una norma que como los reglamentos se aplica directamente sin necesidad de trasposición a las legislaciones nacionales de los Estados miembros, aún necesita el visto bueno del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE.

La negociación se prevé tediosa por las presiones que ejercerán de un lado la industria, contraria a la intervención en el mercado, en especial si va dirigida a cobrarles más por contaminar, y los ecologistas, que ya adelantan que la medida es insuficiente para resolver el problema que vive el ETS y abogan por una cancelación definitiva del exceso de permisos.

Si el fondo de reserva queda finalmente aprobado, se regirá por unas normas automáticas de retirada y reintroducción de permisos del mercado que tendrán que ceñirse a los criterios citados del número mínimo de permisos y a la subida persistente de precios.

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