C.Seguridad lamenta choques tribales en Sudán del Sur y pide reconciliación

  • El Consejo de Seguridad de la ONU expresó hoy su "honda preocupación" por los enfrentamientos tribales en Sudán del Sur, recordó al Gobierno su responsabilidad de proteger a la población civil y llamó a las partes a poner fin a la violencia e iniciar un proceso de paz y reconciliación.

Naciones Unidas, 9 ene.- El Consejo de Seguridad de la ONU expresó hoy su "honda preocupación" por los enfrentamientos tribales en Sudán del Sur, recordó al Gobierno su responsabilidad de proteger a la población civil y llamó a las partes a poner fin a la violencia e iniciar un proceso de paz y reconciliación.

"Los miembros del Consejo expresan su honda preocupación por los informes de víctimas en el estado de Jonglei, deploran la pérdida de vidas humanas y recuerdan la responsabilidad principal del Gobierno de proteger a su población", dijo hoy en un comunicado el embajador sudafricano, Baso Sangqu, presidente de turno de ese órgano.

El Consejo de Seguridad destacó que es "inaceptable" la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, e hizo un llamamiento a todas las comunidades en Jonglei, uno de los diez estados que conforman el país africano, a poner fin "inmediatamente" el ciclo de conflicto y abrir un proceso de paz y reconciliación.

Los quince países del Consejo, que recibieron la semana pasada un informe actualizado sobre la situación en el país del jefe de las Operaciones de Paz de Naciones Unidas, Hervé Ladsous, dieron la bienvenida a los esfuerzos del Gobierno sursudanés para mediar en una solución a la crisis y proteger a la población civil.

"Hacemos un llamamiento al Gobierno de Sudán del Sur para que siga impulsando un proceso inclusivo que ayude a resolver de forma exhaustiva las causas de raíz que generan esta violencia recurrente y a adoptar las medidas que sean necesarias para proteger a los civiles", indicó el embajador sudafricano.

Además, dieron la bienvenida a la "rápida" respuesta de la Misión de la ONU para la estabilización de Sudán del Sur pero mostraron su preocupación por la falta de efectivos aéreos para cumplir su mandato, por lo que instaron al secretario general, Ban Ki-moon, a continuar los esfuerzos para resolver ese "déficit operativo".

Por último, el Consejo de Seguridad animó a la misión UNMISS a seguir apoyando a las autoridades en sus esfuerzos para reformar el sector de la seguridad, así como "el desarme, la desmovilización y la reintegración" en la sociedad civil de los antiguos rebeldes combatientes.

La ONU lanzó el pasado viernes una operación humanitaria de emergencia "a gran escala" para responder a la grave crisis desatada por los enfrentamientos tribales entre las comunidades Murle y Lou Nuer, con la que buscan ofrecer asistencia de primera necesidad a unas 50.000 personas afectadas.

El Gobierno de Yuba ha declarado el estado de desastre en Jonglei y ha enviado a 4.000 unidades de la Policía y del Ejército para frenar la violencia entre las dos tribus rivales, que tienen un largo historial de incursiones mutuas en sus territorios para robarse el ganado, que se remontan a la década de 1940.

En esta última ola de enfrentamientos, que tuvieron su epicentro en la localidad de Pibor, las autoridades locales aseguraron la semana pasada que habían contabilizado unos 3.000 fallecidos aunque la ONU no ha podido confirmar hasta la fecha el número exacto de muertos ni una estimación de las víctimas.

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