El cardenal Cañizares califica de "intolerable" la violencia doméstica porque de la familia "debe nacer la paz social"

EUROPA PRESS
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Cañizares, vice gran canciller de la sección española del Instituto, ha asegurado que si se quiere la paz debe construirse la familia "sobre la base del respeto profundo de la vida y de la dignidad del ser humano", pues solo una experiencia de la dignidad y vocación de la existencia humana permitirá ofrecer "caminos alentadores" de futuro a la familia.

Así, la paz está "ligada" a la familia porque esta es el "ámbito privilegiado" en el que la vida humana es "acogida y protegida"; donde el ser humano "es querido, amado y respetado por sí mismo" y aprende la "grandeza" de su condición, ha dicho.

"Aunque parezca a veces una meta inalcanzable, la paz es posible si creemos en la familia, si la fortalecemos y permitimos que esta sea hogar de comunión y amor. En un clima hostil por la indiferencia y el odio, solo salvaremos la paz si salvamos la familia, porque esta es fundamento de la sociedad. El futuro del hombre es inseparable de la familia porque esta es la que permite tener experiencias determinantes de paz", ha subrayado.

Cañizares ha recordado que la tarea educativa obliga a los padres a formar a los hijos "en el respeto de la dignidad de cada persona y en los valores de la paz". Así, ha incidido en que han de hacerse realidad en la familia "la comprensión, la paciencia, el mutuo estímulo, el perdón recíproco, el verdadero amor, con puertas abiertas y manos generosas a cuantos lo necesiten".

"Si queremos la paz, hagamos posible que las familias vivan abiertas a Dios. Reconocer a Dios nos lleva a la afirmación del ser humano y su dignidad; y el alejamiento de él contribuye al deterioro de la familia", ha asegurado.

En ese sentido, Cañizares ha recordado las palabras del Papa Francisco en defensa de la familia, y del san Juan Pablo II en torno al "aumento de separaciones, abandono de los ancianos y la sistemática exclusión de la natalidad".

En el acto han participado también Juan Antonio Reig, obispo de Alcalá de Henares y vicepresidente del Juan Pablo II; Juan Andrés Talens, decano de la sección española; Asun Gandía, rectora de la UCV; y el profesor José Manuel Hernández Castelló.

El Pontificio Instituto Juan Pablo II es independiente y concede títulos dure proprio: licenciatura en Teología, doctorado y master en ciencias del matrimonio y de la familia, con especialización en bioética. Tiene su sede central en la Universidad Lateranense de Roma, y la española está en la Universidad Católica de Valencia.

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