Carme Ruscalleda prepara un libro de gastronomía antienvejecimiento

  • La cocinera Carme Ruscalleda, laureada con cinco estrellas Michelin, está preparando un libro de "gastronomía antienvejecimiento" para la próxima Navidad, en colaboración con una clínica barcelonesa, según ha informado la restauradora durante una entrevista con Efe.

Nana de Juan

Barcelona, 10 mar.- La cocinera Carme Ruscalleda, laureada con cinco estrellas Michelin, está preparando un libro de "gastronomía antienvejecimiento" para la próxima Navidad, en colaboración con una clínica barcelonesa, según ha informado la restauradora durante una entrevista con Efe.

Esta iniciativa procede del éxito de los "menús antiaging" que el restaurante Moments de Barcelona ofrece a sus clientes desde hace un año, y que fueron diseñados entre la cocinera de Sant Pol de Mar (Barcelona) y el doctor Manuel Sánchez, responsable de la "Unidad Antiaging" de la Clínica Planas.

En un intento de aunar la gastronomía y la ciencia, ambos profesionales presentarán un total de 72 recetas mediterráneas, elaboradas con productos de temporada, junto con información de los beneficios de cada alimento y la cantidad idónea para una comida saludable, con un gran despliegue gráfico.

"Las fotos de las recetas y los bodegones de los productos correrán a cargo de la prestigiosa fotógrafa inglesa afincada en Barcelona Pecky Lawton," ha reseñado la chef, satisfecha por esta iniciativa.

Como novedad, Ruscalleda y Sánchez publicarán un avance gráfico de las nuevas investigaciones propugnadas por la Universidad de Harvard como alternativa a la tradicional "pirámide alimentaria", bajo el título de "My plate versus pyramid".

"Se trata del gráfico de un plato circular, dividido en cuatro 'radios' de diferente tamaño, en los que se sitúan las frutas, verduras, cereales o proteínas, con la cantidad necesaria para una comida saludable, junto con un vaso de agua y una aceitera al lado", explica Ruscalleda.

Bajo el lema de "diviértete comiendo", Ruscalleda propondrá recetas prácticas, "con mucho chocolate, con esa copa de vino que nunca ha de faltar, con aceite de oliva y pescado azul", afirma, bajo la premisa del doctor Sánchez de que "hay que comer de todo, pero con mesura, para envejecer bien".

Ruscalleda, con cinco estrellas Michelin- tres estrellas por el restaurante Sant Pau, de Sant Pol de Mar; una estrella por el restaurante Moments de Barcelona y otra estrella por su restaurante de Tokio-, empata en galardones Michelin con la francesa Anne Marie Pick, lo que las convierte en las dos restauradoras más laureadas del mundo.

"Más que pesarme, las cinco estrellas me motivan y me reafirman en ese compromiso que adquirí un día de hacer siempre un trabajo con personalidad y con calidad porque, cuando alcanzas esa buena nota, no puedes fallar; y está prohibido decepcionar al cliente que llega a tu restaurante con expectativas", confiesa Ruscalleda.

Reconoce también Carme Ruscalleda que "concilia poco" en su vida familiar, aunque tenga la suerte de que toda la familia trabaja unida, ya que tanto su marido Toni, como su hija y yerno se reparten ocupaciones en el restaurante Sant Pau de su localidad natal de Sant Pol de Mar (Barcelona).

"No puedo ocultar que, cuando mis hijos eran pequeños, he tenido que pedir muchas veces socorro a mi madre, para que les recogiera, porque lloraban en la cocina, me agarraban y querían que volviéramos todos juntos a casa, claro que sí", admite.

Nunca ha querido la chef que sus descendientes siguieran sus pasos, pero ellos han tomado libremente esa decisión y se han enamorado de esta profesión: su hijo Raül, al frente del "Moments", el restaurante del Hotel Mandarín de Barcelona, y su hija y yerno, junto a ella, aunque nunca les haya empujado a ello y les haya pintado siempre el panorama más negro de lo que era.

Procedente de una familia de pequeños agricultores y ganaderos que vendían sus productos frescos en su tienda de Sant Pol, situada frente a su actual restaurante, esta chef autodidacta cree que su aportación al patrimonio familiar ha sido "la inspiración y la libertad".

"Nunca me hubiera convertido en una cocinera profesional para repetir cada temporada los mismos platos y, precisamente, esa voluntad de renovarme cada año, es la que me hace mantenerme viva; aquí siempre estoy poniendo codos e ideas" concluye Ruscalleda. EFE.

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