"Un amor que trabaja en la ONU"

La estafa de las cartas nigerianas se suma al oscuro crimen del hotel de Logroño

  • En la carta que dejó escrita la abuela de la pequeña Carolina reconoce ser víctima de un "amor que trabaja en la ONU", al que dio 100.000 euros.
El cadáver encontrado en el Ebro era el de la abuela de Carolina
El cadáver encontrado en el Ebro era el de la abuela de Carolina
EFE

Olga Febles apareció el pasado viernes ahogada en el río Ebro a su paso por Logroño. Era la abuela de la pequeña Carolina, cuyo cuerpo apareció muerto en la habitación 404 del hotel Los Bracos de la misma ciudad un día antes. La autopsia, cuyo resultado se conocerá en dos semanas según aseguran los investigadores a La Información, arrojará los datos que necesitan los agentes sobre las dos muertes para intentar encajar las piezas de un puzle al que ahora se suma una denuncia de estafa de 100.000 euros. En prisión por el supuesto asesinato de la pequeña está Adriana, su madre.

Ella sabe lo que sucedió, pero ha dicho poco. Lo que sí hablan son las cartas que tanto ella como la abuela de la niña dejaron escritas y guardadas en el altillo de un armario de la casa en la que vivían en Haro. Ayer vieron la luz. En unas líneas que los expertos tachan de desconcertantes e incoherentes, la madre de la pequeña de cinco años asegura que está haciendo lo correcto mientras que la abuela habla de "un amor inglés que trabajaba en la ONU" al que mandaba dinero para ayudar a su hijo. Olga ha podido ser víctima de la estafa conocida como 'Love Scam', una vertiente de las cartas nigerianas de la que se siguen lucrando, más de lo que creemos, muchos 'cyberlovers'. 

"Te pido perdón aunque sé que no me lo merezco. Esto no lo he hecho ni por Adri ni por Carol. Yo me equivoqué, metí la pata hasta el fondo. He intentado arreglarlo por todos mis medios pero no lo he podido hacer. Te lo cuento todo tal y como pasó. En mi teléfono tienes todas las pruebas de lo que aquí te cuento". Es una de las cartas que dejó escritas Olga y que ayer mostró en exclusiva Espejo Público. Esta mujer se refiere a un engaño que, según los expertos, "sucede más de lo que nos creemos". 

En los timos del amor, los autores se suelen configuran un perfil falso en redes sociales con el que consiguen, mediante engaños, enamorar a sus víctimas, estableciendo una relación sentimental virtual con ellas. Una vez afianzada la relación, los estafadores dicen estar en problemas o cualquier otro pretexto para solicitarle ayuda económica a la víctima, alguna de las cuales han llegado a pedir varios préstamos para satisfacer las demandas. Parece increíble pero las víctimas de estas estafas son numerosas, al igual que las del tocomocho.

Sigue habiendo gente que se cree que a alguien he la tocado la lotería pero no puede cobrar el décimo. Les aseguran que, si lo compran, les cobrarán menos de lo que luego recibirán cuando lo entreguen en una administración de Lotería. La recomendación siempre es la misma: no fiarse, pero cuando entra el corazón de por medio parece que la mente se nubla. Los expertos siempre piden desconfiar de perfiles que entran en contacto con nosotros y tienen pocas imágenes suyas (y las que tienen parecen de estudio) o pocos seguidores. Suelen pedir envíos de dinero porque siempre surge alguna complicación. Una vez el dinero sale de España, rastrearlo es más difícil. 

En el caso de Olga, ella llegó a denunciar que envió hasta 100.000 euros para el hijo de "un hombre inglés que trabajaba en la ONU". Así lo relata en su carta: "Conocí a un chico. Me rogó y suplicó que lo ayudara porque su hijo estaba muy enfermo. Es ingeniero naval, inglés, trabaja para la ONU. Todo esto es verdad. Lo ayudé pero me engañó. No me justifico porque no tengo justificación. Solo te pido que algún día me puedas perdonar. He estado seis meses luchando y sufriendo con esto y no puedo más". 

Olga abandonó el hotel al que llegó junto a su nieta y su hija aquel domingo por la tarde. Los resultados de la autopsia que tendrán que llegar desde Madrid pondrá hora a su muerte. Parece claro que abandonó la habitación dispuesta a suicidarse, pero ¿antes o después de morir Carolina? El misterio sigue rodeando un suceso que tiene marcados a los vecinos de Haro. Desde prisión, la única detenida permanece en la cárcel riojana sometida a un protocolo antisuicidios, por lo que cuenta con la vigilancia adicional de dos internas de apoyo. Fue detenida a escasos metros del cuerpo sin vida de su hija con cortes por el cuerpo y sentada en el alféizar de la ventana. Ella también dejó cartas escritas que, según se aprecia por la tinta, empezó a escribir un día y continuó otro. 

En ellas comenta a una amiga que no se sienta mal porque "esto es una carrera de fondo y mi meta llegó ya. Ha sido larga y con mucha resistencia. No te enfades cielo (...) Necesito descansar de todo esto". Ahí hace referencia a una conocida suya. A su padre también se dirige en otra de las cartas asegurando que lo sentía mucho "pero ahora que tengo a (Carolina) a mi lado, en este instante, veo que hago lo correcto". 

Estas líneas las estudian los investigadores desde que fueron entregadas en el cuartel de la Guardia Civil de Haro. Hasta allí llegó el padre de la pequeña para denunciar que su exmujer había vuelto a saltarse el régimen de visitas domingo 26 de enero . Tardó dos horas en hacerlo. A las 20:00 horas se empezó a impacientar. Su pequeña no llegaba. Los vecinos de sus padres, donde Carolina pasaba algún rato porque eran los encargados de llevarla al colegio, lamentan todo lo sucedido. 

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