China celebra el Festival de Medio Otoño con pasteles de luna y un gran éxodo

  • Los chinos celebran hoy comiendo los tradicionales e indigestos pasteles de luna el Festival del Medio Otoño ("zhongqiu jie"), una de las principales celebraciones de la cultura oriental, que este año da inicio a grandes movimientos de población al coincidir con la semana de vacaciones del Día Nacional.

Antonio Broto

Pekín, 30 sep.- Los chinos celebran hoy comiendo los tradicionales e indigestos pasteles de luna el Festival del Medio Otoño ("zhongqiu jie"), una de las principales celebraciones de la cultura oriental, que este año da inicio a grandes movimientos de población al coincidir con la semana de vacaciones del Día Nacional.

Las autoridades prevén unos 750 millones de viajes a lo largo de los ocho días de fiesta de que disfrutan los chinos, desde hoy hasta el 7 de octubre, por lo que se esperan grandes atascos en los accesos a las ciudades y más de un tumulto en las estaciones de tren, abarrotadas de viajeros que buscan reunirse con sus parientes.

No es frecuente que el Día nacional (1 de octubre) coincida con el Festival del Medio Otoño, pero este último depende del calendario tradicional lunar, así que cada año es en una fecha distinta y en esta ocasión ha contribuido a formar un "macropuente" para los trabajadores chinos.

En Pekín, la coincidencia de festivos ha traído a sus calles y plazas grandes decoraciones florales, algunas centradas en la tradición del Medio Otoño y otras en los logros del régimen comunista, que mañana cumple nada menos que 63 años.

El "zhongqiu jie" se celebra siempre en el decimoquinto día del octavo mes del calendario chino, que coincide siempre con una de las lunas llenas más grandes y brillantes del año, por lo que el satélite de la Tierra está muy presente en la fiesta y en las leyendas que la rodean.

El satélite también da nombre a los citados "pasteles de luna" ("yuebing"), alfa y omega de la celebración, un postre que desde hace casi mil años es consumido por los chinos en esta festividad.

O, más bien, es regalado, porque la costumbre en la actualidad es entregar a parientes, amigos y compañeros de trabajo lujosas y elaboradísimas cajas con estos pasteles, y se entregan tantos que muchos acabarán en la basura por exceso de oferta.

Es habitual ver en las semanas previas a esta fiesta a chinos llevando enormes y decoradas bolsas o cajas por la calle: son los "yuebing", que en el fondo son sólo una imposición social, puesto que estos dulces de pesada textura similar al mazapán, extraños rellenos (huevo, loto) y empalagoso sabor ya no gustan a casi nadie.

Se dice que el origen de estos pasteles proviene de finales de la dinastía Yuan (1206-1368), la de los janes mongoles, cuando los revolucionarios chinos los usaron para pasar mensajes secretos en su interior y organizar con ello la revuelta que instauró la "local" dinastía Ming.

La tradición manda comerlos esta noche, tras una cena junto a los familiares más queridos, mirando a la Luna llena y recordando a la diosa Chang'E, que según la leyenda vive en suelo selenita por culpa de un error.

Hay varias versiones de esta leyenda, aunque muchas coinciden en establecer que hace miles de años Chang'E viajó volando a la Luna desde la Tierra tras comer una píldora que le dio alas y la inmortalidad, aunque en realidad no estaba destinada para ella, sino para su amante, Houyi.

Éste era un afamado arquero imperial que salvó al mundo de morir quemado al derribar con sus flechas nueve de los diez soles que entonces había en el cielo, tras lo cual fue premiado por el emperador con la píldora que accidentalmente tomó Chang'E.

Las versiones más fantasiosas del cuento añaden que en el día de hoy es el único en que Houyi, que sigue en la Tierra, y Chang'E pueden estar juntos, mediante puentes u otros inventos que durante 24 horas unirán el planeta con su satélite, donde la diosa vive con una liebre mágica (los chinos creen que las manchas de los cráteres de la Luna forman el dibujo de este animal).

Crean o no estas leyendas, los chinos intentarán disfrutar el día de hoy viajando, yendo de compras, reuniéndose con parientes y amigos o algunos celebrando bodas, ya que se cree que la jornada es una de las más auspiciosas del año para contraer matrimonio.

En muchos lugares se encenderán linternas, sobre todo rojas, para dar mayor magia a la noche, y en el sur (Hong Kong, Cantón...) se celebrarán las tradicionales danzas de dragones y leones que suelen acompañar a las fiestas chinas para atraer la fortuna y alejar los malos espíritus.

En Hong Kong este año se ha instalado para la ocasión, en el Parque Victoria, una linterna de bambú y acero de 18 metros de alto y 21 de ancho, bautizada "Luna de Oro" y que preside una piscina con decenas de farolillos flotantes.

En toda la ciudad, una de las que mejor preservan las tradiciones en China, se pueden presenciar celebraciones comunitarias en forma de carnavales, exhibiciones de farolillos, exposiciones y espectáculos tradicionales. EFE

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