Científicos alzan la voz contra los recortes porque "sin I+D+i no hay futuro"

  • Sociedades y organizaciones científicas, sindicatos, rectores y empresas innovadoras se han unido hoy para alzar la voz contra los recortes en investigación, desarrollo e innovación, porque la salida "real y sólida" de la crisis pasa necesariamente por la ciencia y porque "sin I+D+i no hay futuro".

Madrid, 6 nov.- Sociedades y organizaciones científicas, sindicatos, rectores y empresas innovadoras se han unido hoy para alzar la voz contra los recortes en investigación, desarrollo e innovación, porque la salida "real y sólida" de la crisis pasa necesariamente por la ciencia y porque "sin I+D+i no hay futuro".

Representantes de distintas organizaciones y científicos destacados, entre ellos cuatro premios nacionales de investigación (Juan Luis Arsuaga, Antonio García-Bellido, Mateo Valero y Jesús Ávila), han participado en un acto celebrado en la sede central del CSIC donde se ha leído el manifiesto "Sin I+D+i no hay futuro".

Los firmantes denuncian "la crudeza" de la situación de la ciencia y piden un cambio de rumbo urgente porque la I+D+i "no son un lujo", sino el futuro.

"Los hechos, hasta el momento, nos abocan a la relegación, pero todavía hay margen de actuación. Es urgente, porque la investigación y la innovación no son un lujo: sin I+D+i no hay futuro", dice el texto.

A juicio de los firmantes, "la magnitud de lo ahora mismo imprescindible para no continuar con el deterioro es de unos 200 millones de euros, y es abordable", si se compara, por ejemplo, "con los miles de millones destinados a la banca".

El texto lo apoyan la Confederación de Sociedades Científicas Españolas, la Confederación de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), la Plataforma Investigación Digna, la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI), el Foro de Empresas Innovadoras y CCOO y UGT.

El manifiesto advierte de que "no habrá una salida sólida de la crisis hasta que la debilidad en I+D+i se corrija".

Después de la lectura del manifiesto ha habido un debate entre los cuatro premios nacionales de investigación.

Juan Luis Arsuaga (Atapuerca) ha lamentado que la ciencia no haya sido "una diosa a la que la sociedad española haya rendido mucho culto" y de seguir así el futuro que espera al país es de pobreza.

Antonio García-Bellido, especialista en genética del desarrollo y Premio Príncipe de Asturias de Investigación, ha subrayado: "los políticos no saben defender la ciencia porque no la entienden".

El director del Centro de Supercomputación de Barcelona, Mateo Valero, ha lamentado que España no sea un país de ciencia porque no se le da la importancia debida.

Asimismo, ha reivindicado un pacto entre los políticos por la ciencia y ha agregado que la ciencia buena produce riqueza.

En representación de la Plataforma Investigación Digna, Andrés Moya ha lamentado que con "la excusa perfecta de la crisis económica se ha maltratado los recursos humanos", lo que está provocando, ha agregado, "el exilio de jóvenes y no tan jóvenes investigadores".

Por parte de la CRUE, Rafael Garasse ha dicho que con falta de inversión en ciencia se pone en riesgo el futuro económico del país, mientras que José Molero, del Foro de Empresas Innovadoras, ha manifestado que esta situación afecta al bienestar de la sociedad.

José Manuel Fernández, de la FJI, ha subrayado que los jóvenes científicos van a pasar de ser la generación mejor preparada a la "generación regalada", por "su exilio obligado" a otros países, mientras que Salce Elvira (CCOO) ha tachado los presupuestos de "raquíticos".

Investigadores entre el público han pedido más movilizaciones y estar en todos aquellos actos reivindicativos como colectivo.

El manifiesto leído hoy no es el única iniciativa de la comunidad científica contra los recortes.

Trece científicos punteros españoles, entre ellos Margarita Salas (presente en el acto de hoy) y Ginés Morata, han enviado una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para pedirle que no recorte los recursos de la I+D+i, en concreto las subvenciones, ya que esto supondría casi "sentenciar a muerte" la ciencia pública.

Además, otro grupo de 39 investigadores, en su mayoría catalanes, han enviado a Rajoy otra misiva.

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