La crisis de Venezuela está afectando a miles los ciudadanos que luchan día a día por conseguir comida y agua. Las colas en la frontera de Colombia para conseguir productos de primera necesidad son una imagen cada día más frecuente.
En medio de ese drama humano se esconde otro mucho menos visible: la de los animales de compañía, que se han convertido en un lujo muy difícil de mantener por lo que la mayoría acaba siendo abandonado, según informa el 'Time'.
Así, un saco de comida para una mascota casi duplica el salario mínimo mensual. Es un dinero que no se pueden permitir, por lo que los animales terminan vagando por las calles luchando por sobrevivir.
Ante esta situación, María Arteaga, de 53 años, decidió fundar fuera de Caracas un centro para refugiar a todos estos animales. Gracias a ella y a la ayuda de voluntarios, muchos perros abandonados encontraron un nuevo hogar.
Sin embargo, el estado de salud de muchos de ellos es demasiado crítico y el número va en aumento día a día. Por ello, un fotógrafo decidió viajar al albergue para reflejar cómo la crítica situación del país ha salpicado a los animales. El resultado fueron unas conmovedoras imágenes de varios perros del centro aunque algunos ya han fallecido.
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