Cientos de personas despiden a la familia muerta en el accidente de avión en EE.UU

  • Laguna de Duero (Valladolid).- Cientos de personas han abarrotado el polideportivo de Laguna de Duero (Valladolid), convertido hoy en templo para despedir a Carmen Blanco, de 45 años, sus hijos Manuel, de 19 años, Pablo, de 18, y Cristina, de 16, todos ellos muertos en un accidente de avioneta en Florida (EE.UU).

Cientos de personas despiden a la familia muerta en el accidente de avión en EE.UU
Cientos de personas despiden a la familia muerta en el accidente de avión en EE.UU

Laguna de Duero (Valladolid).- Cientos de personas han abarrotado el polideportivo de Laguna de Duero (Valladolid), convertido hoy en templo para despedir a Carmen Blanco, de 45 años, sus hijos Manuel, de 19 años, Pablo, de 18, y Cristina, de 16, todos ellos muertos en un accidente de avioneta en Florida (EE.UU).

Cuando se cumplen ocho días justos del fallecimiento de los cuatro miembros de la misma familia natural de esta localidad vallisoletana, separada por unos siete kilómetros de Valladolid capital, los familiares, vecinos, amigos, compañeros y otros allegados, hasta cerca de 1.300 según fuentes de la Policía Local, ha ofrecido su último adiós a las víctimas.

Ya desde una hora antes de que comenzase el funeral, previsto para las 15.00 horas, varios grupos de personas se congregaron a las puertas del polideportivo municipal, habilitado para acoger este acto ante la imposibilidad de que las dos iglesias de la localidad pudieran albergar a la cantidad de personas que ya días atrás se preveía que iban a querer acompañar a la familia de los fallecidos en su despedida.

Dentro del recinto, aguardaron la llegada de los cuerpos sin vida más de una decena de coronas de flores, atravesadas de lado a lado por cintas que expresaban, por escrito, el dolor de los allegados y a las que se fueron sumando ramos de flores que iban acercando quienes acudían al funeral.

Una pancarta desplegada en uno de los muros del polideportivo, en la que varias personas plasmaron el recuerdo del equipo de voleibol a los jóvenes muertos, mostró también las condolencias a la familia y el cariño a los fallecidos.

Ha sido a las 15.20 horas cuando ha entrado en el recinto el primero de los cuatro féretros, en medio del respetuoso silencio de los asistentes y de las muestras de dolor de los más allegados, arropados por los siete sacerdotes que han oficiado la ceremonia, entre ellos el párroco de la localidad, Jesús Villacé, y religiosos del colegio del Lourdes, en el que estudiaron los jóvenes que perdieron la vida.

Cuando ha cesado la música fúnebre que había comenzado a sonar desde que las puertas del polideportivo se abrieron para acoger a los participantes, ha comenzado la Eucaristía, en la que uno de los sacerdotes ha reconocido la dureza de estos momentos para la familia de los fallecidos, en especial para el padre y para el esposo de Carmen Herrera, a su vez abuelo y progenitor, respectivamente, de los tres jóvenes fallecidos.

"Hoy es un momento para callar", para contemplar la vida de cada día de estas personas que hace unos días estaban entre todos y "dejar que hable el amor" vivido en familia de manera cotidiana, ha dicho el sacerdote al dirigirse a los más cercanos a los fallecidos.

Ha alentado a los familiares a afrontar un tiempo "de esperanza" porque también ellos, los cuatro fallecidos, les habrían animado a agarrarse a una vida que "merece la pena vivir para amar".

"Y ese amor es el que supera la barrera de la muerte", ha resumido el sacerdote.

Fue en el lago Rusell de Florida (EE.UU), a miles de kilómetros de esta población de cerca de 23.000 habitantes, donde perecieron Carmen Blanco Herrera y sus tres hijos el pasado 8 de diciembre.

En aquella fecha, la avioneta en la que viajaban los cuatro miembros de la misma familia, al parecer pilotada el mayor de los tres hermanos, cayó al agua por causas que aún se investigan.

Desde entonces y mientras se desarrollaban las tareas de rescate de los cuerpos sin vida y su traslado a España, no han cesado de sucederse las muestras de dolor, cariño y cercanía de vecinos, familiares y conocidos de los cuatro fallecidos.

Se trataba de una familia muy arraigada en esta localidad, donde Carmen Herrera fue co fundadora de la Asociación de Enfermos de Alzheimer y donde fue vicepresidenta de la Cofradía de la patrona del pueblo, la Virgen del Villar, en cuya festividad participaba cada 8 de septiembre.

Tras su sobrecogedora despedida en el funeral, al que también han asistido el alcalde de la población, Jesús Viejo, el subdelegado del Gobierno, Cecilio Vadillo, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Mariano Gredilla, y el presidente de la Diputación Provincial, Ramiro Ruiz Medrano, junto a otras autoridades, los cuerpos serán conducidos al cementerio de la localidad, donde recibirán sepultura.

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