Cientos de personas en la frontera de EEUU y México celebran una posada

  • Cientos de personas a ambos lados de la frontera de Estados Unidos se unieron este fin de semana en la tradicional Posada Sin Fronteras, en la que se recordó a las miles de familias separadas por estrictas leyes de inmigración y a quienes perdieron la vida en su intento de conseguir "el sueño americano".

San Diego (EE.UU.), 9 dic.- Cientos de personas a ambos lados de la frontera de Estados Unidos se unieron este fin de semana en la tradicional Posada Sin Fronteras, en la que se recordó a las miles de familias separadas por estrictas leyes de inmigración y a quienes perdieron la vida en su intento de conseguir "el sueño americano".

Esta reunión anual se lleva a cabo desde hace ya diecinueve años en el llamado Parque de la Amistad, que divide San Diego, en territorio estadounidense, y Tijuana, en mexicano.

La costumbre es que familiares y amigos se reúnan a cada lado para cantar villancicos navideños y compartir dulces, tamales y champurrado, típicos de estas fechas, así como para escuchar testimonios de inmigrantes.

Entre quienes acudieron este año se encuentra la familia de la joven Stephanie, que va a cumplir la segunda Navidad sin ella en casa.

Frustrada de no poder ingresar a la universidad y no poder tener una educación por falta de documentos, Stephanie se fue a vivir a Tijuana para poder continuar sus estudios en México.

La familia se reencontró este sábado en Posadas Sin Fronteras luego de un año sin verse, aunque una malla metálica que separa ambos países impidió el contacto físico y dificultó el contacto visual.

"Hasta ahorita la pudimos ver por el muro, por los pequeños hoyos donde podemos ver", dijo a Efe su hermana Monserrat con la voz entrecortada. "Esta separación ha sido muy difícil para la familia, y esperamos algún día volver a abrazarla".

Por tratarse de un acontecimiento especial, miembros de la Patrulla Fronteriza accedieron este sábado a abrir una puerta grande que da acceso al área que colinda con el muro fronterizo.

Aunque en días normales, el acceso a ese área está limitado a diez personas por turno, en esta ocasión fue ilimitado y del lado norteamericano se reunieron cerca de ciento cincuenta personas.

Christian Ramírez, director de la Coalición de Comunidades al Sur de la Frontera, celebró el hecho de que una tradición como Posadas Sin Fronteras continué y permita el acercamiento entre personas de ambos lados.

"El hecho de que estemos aquí, celebrando la posada, y que los muros no hayan impedido este acercamiento es de festejarse, aunque la sociedad civil sigue demandando un lugar público donde los muros no impidan la solidaridad, el intercambio de abrazos y sonrisas", dijo a Efe.

Así, además de difundirse testimonios de casos particulares, durante la reunión se colocaron cruces con nombres de inmigrantes que fallecieron en la frontera.

Se trata de "recordarle a los Gobiernos de México y EE.UU. que tienen una obligación con las comunidades migrantes, que deben respetar sus derechos, y hoy los fronterizos queremos decirles que es el momento de actuar con compasión", dijo Ramírez.

Tanto EE.UU. como México estrenarán el próximo año nuevos mandatos de gobierno: En el sur de la frontera Enrique Peña Nieto tomará las riendas del país, mientras que al norte Barack Obama iniciará su segundo periodo al frente de la Casa Blanca.

Enrique Morones, director y fundador de Ángeles de la Frontera confía en que próximamente se verán iniciativas a favor de una reforma migratoria que beneficie a millones de personas que viven en EE.UU.

"Necesitamos reforma ya y ni una muerte más", subrayó a Efe durante la reunión de Posada Sin Fronteras. "Estamos muy entusiasmados, pensamos que se puede tener una reforma el año que viene, y es algo por lo que se ha luchado mucho tiempo".

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