En ocasiones, el sistema público de salud es más lento de lo que los pacientes y familiares desean. Un seguro médico privado, por el contrario, ofrece la rapidez y atención personalizada que se requiere en esas situaciones. Sin embrago, estas ventajas quedan diluidas frente a inversión que supone disfrutar de este servicio pero, a pesar de las apariencias, existen algunos trucos que permitirán ahorrar dinero requerido en la contratación de un seguro de salud privado.
Existen gran variedad de ofertas y precios más ajustados a paquetes familiares cuando se trata de seguros de salud. Lo mejor es evitar suscribir planes individualizados y, por el contrario, buscar compañías que te ofrezcan una cobertura familiar que incluya los servicios que más se solicitan.
No hay fechas fijas en las que sea posible ahorrar más o menos al contratar tu seguro de salud, pero a lo largo del año, las compañías realizan ofertas y promociones de las que hay que estar muy atento para beneficiarse. Además, un gran número de aseguradoras ofrecen descuentos importantes a principios de año.
Los autónomos pueden deducirse el IRPF de ciertos planes de salud, pero además, sus familiares también se pueden beneficiar de esta ventaja fiscal. Por otra parte, los empresarios pueden ahorrar dinero con las pólizas de sus empleados al deducirse el 100% del gasto.
Muchas compañías de seguros ofrecen entre sus servicios coberturas en salud, coche, vivienda y otras. Revisando estas opciones es posible llegar a ahorrar bastante dinero al agrupar todo en un mismo seguro. Además, aunque no suponga un alivio económico es una venta librarse de los quebraderos de cabeza que provoca tener cada seguro en una compañía.
La oferta en servicios médicos privados es muy amplia y al final, es importante realizar un buen estudio de lo que ofrecen para tener claro dónde están las diferencias entre un seguro y otro. Revisar bien la letra pequeña así como leer y comprender las limitaciones y exclusiones de la póliza resulta básico para poder quedar satisfechos con lo que se contrata. Ante cualquier duda, la recomendación es consultar con un asesor profesional y si finalmente la diferencia radica en el precio, es posible acudir a los comparadores de internet.
Lo más importante es tener presente que con la salud no se juega y que escoger lo más barato teniendo en cuenta el único criterio del precio, al final, puede salir más caro.
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