"Clases de literatura" ofrece "los últimos días felices" de Julio Cortázar

  • El libro "Clases de literatura" reúne en un volumen por primera vez las charlas que en 1980 impartió Julio Cortázar en la Universidad de Berkeley, que, en palabras del editor, Carles Álvarez, pertenecen a "los últimos días felices" del autor.

Barcelona, 9 oct.- El libro "Clases de literatura" reúne en un volumen por primera vez las charlas que en 1980 impartió Julio Cortázar en la Universidad de Berkeley, que, en palabras del editor, Carles Álvarez, pertenecen a "los últimos días felices" del autor.

Cortázar fue invitado en 1980 a dictar un curso de literatura en la universidad estadounidense de Berkeley, en California, durante los jueves de octubre y noviembre y tuvo a su disposición a un grupo de estudiantes que durante dos horas escuchaban con atento oído a un autor que desde el primer momento les dejó claro que no era profesor, explicó hoy Álvarez en una rueda de prensa en Barcelona.

Las sesiones se dividían en dos partes: una primera hora en la que Cortázar hablaba sobre literatura, y durante la segunda los estudiantes preguntaban de manera indiscriminada.

Álvarez señala que la publicación de "Papeles inesperados" con textos inéditos del autor argentino demuestra que "Cortázar está más vivo que nunca".

Al contrario de lo que pasa con los Rolling Stones, que siempre anuncian su última gira, en el caso de Cortázar, añade Álvarez, "Clases de literatura""se puede considerar el último libro que recoge la palabra hablada de Cortázar, de no ser que aparezcan algunas de las novelas que quemó y que se hubiera hecho una copia".

Álvarez transcribió y editó los 15 discos que hace siete años le pasó Aurora Bernárdez, primera mujer y albacea testamentaria de Cortázar.

"Los escuché y me parecieron una maravilla, pero la calidad del sonido no era suficientemente buena como para editarlos".

El editor desconoce cómo llegaron esos audios a manos de Aurora Bernárdez, pero piensa que seguramente fue la grabación de un alumno que se pasó de mano en mano como sucedía con los discos piratas de los grupos de rock.

Cree Álvarez que en esas grabaciones se oye a un Cortázar "tranquilo y relajado, en su último año feliz, pues poco después su entonces mujer, Carol Dunlop, enfermó y él también. Ella muere en 1982 y él dos años después".

Asegura que la edición ha significado transcribirlo y en algún momento le ha dado orden, pero "se puede considerar que es la transcripción literal, a la que solo se le han añadido pequeños cambios para ofrecer mayor legibilidad".

Con el objetivo de que el lector se sintiera en el aula, Álvarez ha respetado "algunos fragmentos que dan ambiente como cuando comenta el tiempo, la mesa y la silla en la que se sienta".

A las clases asistieron entre 100 y 200 alumnos, en su mayoría latinoamericanos, no muy cultos o preparados como presupondría que estuvieran en Berkeley, y eso "obligó a Cortázar a bajar el nivel al de estudiantes de institutos, a bajar el tiro en cuanto a las referencias y la abstracción, sin mostrarse en ningún momento superior".

De las conversaciones entre Cortázar y los alumnos se deduce que conforme avanzaron las semanas se fueron haciendo amigos: "una estudiante le regala un pequeño unicornio; algunos lo llaman Julio e incluso el propio Cortázar aparece en una fiesta de Halloween con una peluca y unos colmillos".

A pesar de bajar el nivel, Cortázar no evita dar ejemplos de la literatura universal (Oscar Wilde, Onetti) cuando habla del realismo, o cuando decide hablar del "realismo que va más allá" cuenta y lee largos fragmentos de su relato 'La autopista del sur".

En clave más interna, otro de los intereses de "Clases de literatura" (Alfaguara) es que "por primera vez explica cómo hizo 'Rayuela' o informa de que 'Casa tomada' nació de una pesadilla".

A las clases, propone Álvarez, Cortázar se presentaría seguramente con unas esquemáticas fichas, en las que sostenía "una capacidad de improvisación portentosa" que dos años después se pudo ver en acción en la entrevista que Joaquín Soler Serrano grabó en TVE para "A fondo".

En el momento de las clases de Berkeley, la capacidad de improvisación de Cortázar se edifica sobre la lectura de unos 10.000 libros, la audición de 6.000 discos y la visita milimétrica a las grandes exposiciones que hay en París en esos años.

Los comentarios de tipo político escasean, "seguramente porque debía estar pactado con la universidad, pero no rehuye las respuestas políticas sobre Padilla, El Salvador o Nicaragua cuando le preguntan los alumnos".

"Clases de literatura" anticipa la conmemoración del centenario del nacimiento de Cortázar en 2014, cuando Álvarez y Alfaguara publicarán en "Cortázar de la A a la Z", "una iconografía comentada en forma de diccionario, que combina imágenes del archivo de Cortázar con fragmentos de sus textos referidos a cada entrada". EFE.

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