Colm Tóibín hace un retrato humano de la Virgen María, despojada del mito

  • Jose Oliva.

Jose Oliva.

Barcelona, 6 jul.- El escritor irlandés Colm Tóibín realiza un retrato "humano" de la Virgen María en "El testamento de María", un libro que nació como monólogo teatral y en el que, según ha explicado, quería "despojar al personaje de la cara del mito".

Escribir un monólogo de María fue para Tóibín una necesidad y una obligación: "La pintura había tratado el personaje, en música Bach había trabajado la voz femenina, pero en la literatura a nadie se le había ocurrido, y era extraño", explica el autor en una entrevista con Efe.

Aventura que esta circunstancia quizá se deba a que "se suponía que la historia de María era muy blanda, muy conocida, casi infantil, y que se reducía a que había sido una buena madre, pero a mí me interesaba esa figura veinte años después de la muerte de su hijo".

En "El testamento de María" (Lumen), Tóibín da voz a una María que rememora los extraños y convulsos acontecimientos que le han tocado en suerte y "no lo hace como virgen ni como reina de los cielos, sino como una madre judía, ciudadana de un extremo del imperio romano donde aún alientan ritos helénicos", convencida de que su hijo se ha dejado corromper por influencias políticas.

María recuerda y habla en un largo monólogo, una estrategia que entroncaría con la actual idea de la psicoterapia, en la que "alguien habla para curarse del trauma, del trastorno de estrés postraumático", y el trabajo del escritor ha sido "enfrentar una voz moderna a un icono antiguo".

La novela surge, confiesa Tóibín, por la necesidad de perpetuar un texto que en el teatro iba a ser efímero. Sin embargo, aclara, "la obra de teatro es más corta, más concisa, porque al teatro le gusta la acción, no le gustan los viajes ni los pensamientos, de los que las novelas están llenos".

Todos los episodios y los personajes relacionados con María que recogen los textos bíblicos están en "El testamento de María", como Poncio Pilato o Lázaro, sanado por Jesús, una historia que Tóibín trabajó de manera especial para relatar "qué sentiría si hubiera estado allí".

El propósito del autor de "The master" era "humanizar, arrancar la cara a la María icónica para encontrar una cara de verdad", porque, como él mismo dice, "en los cuadros nunca aparece como una mujer mayor, que no tiene nada que perder y que tiene necesidad de hablar".

Piensa Tóibín que María quiere hablar, quiere aclarar cuestiones que se han dicho sobre su hijo, pero "está asustada, es una mujer del pueblo, cuyo hijo se ha ido, y todo lo que lee de su hijo le asusta".

Para enfocar el personaje, el escritor irlandés pensó en María, una figura importante en el catolicismo, como "alguien que se sacrifica por una causa, como un terrorista suicida o un piloto kamikaze".

Tóibín, que tiene previsto asistir el 17 de julio al estreno de la versión española de "El testamento de María" dentro del festival Grec, protagonizada por Blanca Portillo y dirigida por el cineasta Agustí Villaronga en su debut teatral, pronunciará el próximo día 8 en el CCCB la conferencia "Barcelona, de George Orwell a la democracia".

En esta conferencia, adelanta, hablará de la Cataluña que se encontró Orwell en 1936, llena de anarquistas, comunistas y trotskistas, muy diferente de la Cataluña nacionalista actual. "Resulta interesante ver que la Dictadura hizo que el catalanismo se transmitiera a la generación siguiente, y, en cambio, no sucediera lo mismo con los anarquistas", apunta.

En su intervención también se referirá a que Orwell tenía razón cuando decía que Moscú había ordenado en 1937 la aniquilación de los trotskistas y anarquistas, "como han demostrado los documentos recientemente desclasificados en los archivos rusos".

Incansable, Tóibín acaba de escribir un libreto para una ópera basada en "The master", que se representó por primera vez hace tres semanas en Colorado (EE.UU.) y en octubre publicará una nueva novela, "Nora Webster", ambientada en un pequeño pueblo irlandés entre 1968 y 1972.

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