Los colonizadores microbianos de los suelos árticos, sensibles al futuro cambio climático

  • Un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, ha demostrado recientemente que los ecosistemas creados por la fusión de glaciares en el Ártico son sensibles al cambio climático y a la actividad humana. La fusión del hielo está exponiendo vastos paisajes colonizados por simples formas de vida microbiana, de forma que estos microbios en los suelos árticos deben hacer frente a veranos frescos cortos e inviernos largos de congelación, así como a la hambruna de alimentos.
EUROPA PRESS
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Sin embargo, las temperaturas de calentamiento, los inviernos más cortos y los mayores impactos de la actividad humana amenazan el equilibrio de este ecosistema único y delicado. Los autores, cuyos hallazgos se publican en 'Frontiers in Earth Science', usaron un nuevo software de modelado computacional diseñado en la Universidad de Bristol para mostrar que el futuro cambio climático en el Ártico durante los próximos dos siglos puede aumentar el crecimiento microbiano y las tasas de respiración, aumentando las emisiones de CO2 de los suelos.

La mejora de la actividad microbiana también puede elevar la disponibilidad de nutrientes y alentar a las plantas a crecer en estos ambientes extremos. El autor principal, James Bradley, de la Escuela de Ciencias Geográficas y el Instituto Cabot de la Universidad de Bristol (y ahora en la Universidad del Sur de California, Estados Unidos), explica: "Es difícil predecir los efectos del futuro cambio climático sólo con experimentos de campo y de laboratorio".

"El software de modelado diseñado recientemente nos permite manipular y simular las condiciones experimentales a lo largo de escalas de tiempo del siglo para permitir predicciones a largo plazo de los efectos del cambio climático en los ecosistemas", detalla este investigador, quien junto a su equipo detectó en el espacio de dos años que el sitio de campo en Svalbard había cambiado dramáticamente.

"Los glaciares se han derretido, retrocediendo decenas de metros y exponiendo los suelos a la atmósfera por primera vez en miles de años. Se espera que la tasa de fusión aumente en los próximos años a medida que las temperaturas del Ártico se incrementan aún más", relata Bradley, añadiendo: "Estos resultados demuestran que tenemos que prestar mayor atención a las consecuencias ecológicas del cambio climático en los suelos del Ártico".

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