Comienza el largo adiós al "mesías" de la secta Moon

  • Miles de fieles acudieron hoy al templo principal de la Iglesia de la Unificación en Corea del Sur para despedir con reverencias y flores al reverendo Moon, en el primero de siete días de condolencias por la muerte de este líder religioso autoproclamado "mesías".

Atahualpa Amerise

Cheongpyeong (Corea del Sur), 6 sep.- Miles de fieles acudieron hoy al templo principal de la Iglesia de la Unificación en Corea del Sur para despedir con reverencias y flores al reverendo Moon, en el primero de siete días de condolencias por la muerte de este líder religioso autoproclamado "mesías".

Mujeres completamente de blanco y hombres en traje oscuro de todas las edades presentaron sus respetos en el Centro Mundial de la Paz "Cheong Shim" ("mente pura" en coreano), donde un gran retrato de Moon, que murió el lunes a los 92 años, preside el amplio pabellón central.

El impresionante templo de la secta, con un aforo de unas 50.000 personas, se levanta sobre una montaña en el pintoresco enclave natural de bosques y ríos del condado surcoreano de Gapyeong, unos 60 kilómetros al este de Seúl.

"Estoy muy triste, porque el reverendo era como mi auténtico padre", confesó a Efe Bae Heung-won, de 28 años, miembro desde su nacimiento de este movimiento neocristiano de unos 3 millones de adeptos en más de 190 países que considera a Moon el nuevo mesías y "padre verdadero" de la humanidad.

A pesar de la tristeza que los fieles expresaban con palabras, apenas se escuchaban llantos frente al altar y casi todos los rostros sugerían entereza en un reflejo de la filosofía de los denominados "moonies", que conciben la muerte no como un motivo de tristeza, sino de alegría.

"En el momento de la muerte, nuestro espíritu debe sentirse más alegre y emocionado que una recién casada cuando visita a su cónyuge por primera vez", expresó en vida Moon, famoso por haber unido en matrimonio a decenas de miles de personas en bodas colectivas simultáneas.

Con la solemne melodía Arirang -himno no oficial del pueblo coreano- como banda sonora de la ceremonia, el hijo menor del reverendo y líder de la Iglesia de la Unificación desde 2008, Hyung Jin Moon, fue el protagonista de hoy entre los vivos.

El joven Moon, de 32 años, y su esposa, vestidos ambos de un blanco impoluto, guardaron silencio y dedicaron unas prolongadas reverencias al fundador ante el ojo atento de las cámaras de decenas de medios surcoreanos e internacionales.

Formado en la universidad estadounidense de Harvard, el nuevo dirigente de la secta "posee un especial liderazgo espiritual y un don para guiar a la gente", aseguró a Efe el octogenario Bo Hi Pak, mano derecha del fallecido reverendo y presidente de la fundación cultural auspiciada por la Iglesia de la Unificación.

Pak reveló que el altar dedicado a Sun Myung Moon, que permanecerá abierto hasta el próximo jueves, recibirá, además de fieles, curiosos y medios de comunicación, al presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, y otras autoridades políticas y empresariales.

Concluido ese período de luto, el sábado 15 tendrá lugar en el templo el funeral por el reverendo, que será enterrado ese mismo día, y dos jornadas después la viuda de Moon, Hak Ja Han, "indicará a los miembros de todo el mundo las directrices a seguir" tras la muerte del "mesías", explicó.

Sin embargo, "no se van a producir cambios importantes" en la Iglesia de la Unificación, afirmó Pak, que señaló que "la muerte de Moon servirá para inspirarnos aún más a la hora de dar continuidad a su labor", consistente según el fallecido reverendo en buscar la paz mundial y la unidad religiosa en torno al movimiento.

En el ámbito económico, Kook Jin Moon, cuarto hijo del líder religioso, continuará al frente del imperio económico que la Iglesia ha amasado desde su fundación en 1954 bajo el conglomerado Tongil Group.

Éste abarca desde instituciones educativas y medios de comunicación en Corea del Sur, EEUU y otros países hasta un fabricante automovilístico en Corea del Norte o el Seongnam Ilhwa Chunma, el equipo de fútbol con más títulos de la K-League surcoreana.

Curiosamente, entre los asistentes de hoy se contaban varios seguidores de este equipo, como Sam Jeon, de 32 años, que aseguró a Efe haber acudido al templo para expresar su "gratitud" al fundador del que considera el "equipo más grande de la historia de Corea". EFE

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