Comienza un rezo multitudinario y emotivo en la plaza Tahrir en El Cairo

El Cairo.- Decenas de miles de personas congregadas en la cairota plaza Tahrir participan hoy en un rezo multitudinario en un ambiente tranquilo y emotivo, en medio de llamamientos a manifestarse contra el régimen egipcio una vez que concluya la oración.

Los manifestantes, que iniciaron con emoción la oración del mediodía, se mantenían silenciosos en los momentos previos al rezo, sin corear lemas contra Mubarak y sin entonar ningún himno.

El imán aseguró que "los manifestantes han conseguido logros inesperados" y les pidió "resistencia y que se aferren a sus demandas".

La plaza Tahrir, símbolo de las protestas que comenzaron el pasado 25 de enero, está vigilada por las Fuerzas Armadas pero son los civiles los que controlan los accesos a la plaza y solicitan a las miles de personas que continúan acercándose a este lugar el documento de identidad.

Como ya ocurrió en la anterior convocatoria masiva, sólo hay instalado un puesto de control en la entrada a la plaza por el puente de Qasr el Nil, que comunica el centro de El Cairo con los barrios situados en la orilla contraria del Nilo.

La decepción e indignación tras el discurso pronunciado anoche por Mubarak ha alentado a los manifestantes a continuar hoy con sus protestas y respaldar la convocatoria lanzada por los movimientos juveniles y los grupos opositores.

En su alocución, el mandatario se limitó a anunciar que había cedido algunas prerrogativas al vicepresidente Omar Suleimán y confirmó que se mantiene en el poder.

Por su parte, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas anunció hoy en un comunicado que garantizará una serie de medidas, como el fin de la Ley de Emergencia, vigente en el país desde 1981, "inmediatamente después de que se termine la situación actual".

También prometió que no perseguirá a los "honorables (ciudadanos) que rechazaron la corrupción y pidieron las reformas" e insistió en una serie de pasos que ya han sido anunciados por Mubarak y ratificados por el vicepresidente Omar Suleimán y el primer ministro, Ahmed Shafiq.