"Comisario WhatsApp", el policía argentino que logra reducir la delincuencia a través del móvil

    • El comisario Guerrero, encargado de algunos de los barrios más conflictivos del país, ha conectado a los vecinos a través de Facebook y WhatsApp.
    • Los ciudadanos denuncian conductas sospechosas que permiten la rápida actuación de la policía. En cien días, no se ha producido ningún suceso.
El comisario argentino Marcelo Guerrero.
El comisario argentino Marcelo Guerrero.

Pocos conocen ya por su nombre al "Comisario WhatsApp", el apodo con el que se conoce a Marcelo Guerrero. Un comisario encargado de la comisaría número 5 de Río Grande (Argentina) y responsable de la seguridad de algunos de los barrios más conflictivos de la ciudad, donde residen unas 20.000 personas.

Desde que a mediados de enero asumiese la comisaría, este policía ha logrado reducir la delincuencia a través de un inédito proyecto que utiliza redes sociales como Facebook o sistemas de mensajería tan populares como WhatsApp.

El comisario Guerrero sabía de las graves preocupaciones de vecinos que cada día acudían a la comisaría para denunciar todo tipo de delitos, sobre todo hechos vandálicos cometidos por menores. En la memoria de todos estaba aún el doble homicidio de un matrimonio de ancianos, en 2011.

Entonces, se le ocurrió conectar a todos los vecinos a través de grupos 'digitales'. "Al principio la idea de la comunicación les sonaba rara, pero después tomaron la iniciativa y los grupos virtuales fueron creciendo y diversificándose. El resultado fue que no sólo disminuyeron los delitos, sino también los problemas de convivencia entre vecinos, como la música alta o la ingesta abusiva de alcohol", explicó Guerrero a la agencia Télam. Mediante este sistema se han sucedido cien días completos sin que se registren hechos delictivos contra personas o bienes."Vivienda vigilada por WhatsApp"

En la actualidad, la comisaría maneja seis grupos de mensajería, de unos cien miembros cada uno, en los que los vecinos dan cuenta de coches mal aparcados, personas que levanten sospechas o cualquier otro hecho que genere su inquietud. El éxito ha sido tal que se plantean abrir nuevos grupos. En cada uno de ellos, el comisario es el administrador y el acceso está muy controlado: es necesario presentar una copia del documento de identidad y acreditar que efectivamente se reside en el barrio en cuestión. Después, se investiga que la persona no tenga antecedentes. Además de haberse convertido en una herramienta de seguridad, estos grupos han ido adquiriendo nuevas aplicaciones.

Por ejemplo, explica Guerrero, el grupo "Todos por Chacra XIII" ha incorporado a concejales y funcionarios municipales, de forma que se ha creado un espacio de debate en el que se plantean distintas cuestiones que afectan a la ciudadanía. Los políticos locales pueden conocer así de primera mano sus propuestas y también sus quejas. Guerrero reivindica la modernización de su trabajo y el aprovechar las bondades que ofrecen las nuevas tecnologías.

"Los vecinos se convirtieron en sus propios cuidadores. WhatsApp permite el ida y vuelta: nos piden que verifiquemos un auto sospechoso y lo hacemos. Subimos la foto al grupo y la gente contesta con emoticones de aplausos o aprobación. Todo en pocos minutos", relata. El espíritu digital 2.0 se ha extendido por todos los barrios.

Tanto, cuenta también, que la gente ha puesto pegatinas en sus puertas en las que advierte "Vivienda vigilada por WhatsApp". Lo que antes venía a ser "Cuidado, perro peligroso". El sistema ha llamado la atención de la Policía argentina, que ya estudia extenderlo a otras zonas especialmente conflictivas del país.

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