Cuando ella trabajaba

Condenado a 14 años de cárcel por violar a la hija de su pareja durante una década

Los magistrados declaran probado que las agresiones sexuales comenzaron en 2008, cuando el acusado tenía 61 años y convivía en Gijón con su pareja sentimental y la hija de ésta, de nueve años.

Juzgados y Audiencia Provincial de Oviedo
Juzgados y Audiencia Provincial de Oviedo
Europa Press

La Audiencia de Oviedo ha condenado a un vecino de Gijón, de 75 años, a una pena de 14 años y 3 meses de prisión y libertad vigilada durante 6 años por violar a la hija de su pareja sentimental desde que ésta tenía nueve años y hasta que cumplió la mayoría de edad. La Sección Octava de la Audiencia considera que el acusado B.F.J. cometió un delito continuado de agresión sexual, en su modalidad de violación, con la atenuante de dilaciones indebidas, y le impone la obligación de someterse a un programa formativo de educación sexual y a abonar a la víctima una indemnización de 30.000 euros por daños morales.

Los magistrados declaran probado que las agresiones sexuales comenzaron a partir del mes de abril de 2008, cuando en aquel momento el acusado tenía 61 años y convivía en Gijón con su pareja sentimental y la hija de ésta, de nueve años. El hombre aprovechaba que frecuentemente se quedaba a solas con la menor debido a que la madre trabajaba a turnos y a veces no pernoctaba en la vivienda.

Su comportamiento se fue intensificando hasta que comenzó a tener relaciones sexuales completas con la menor desde que ésta cumplió 13 años utilizando métodos de protección para evitar el embarazo, una situación que la niña soportaba ante el temor de que el acusado le hiciera daño o de que su madre no la creyera. Además, según consta en la sentencia, tenía miedo a las consecuencias que podría acarrear si lo relataba ya que el acusado le había dicho que dependían económicamente de él y que las abandonaría si lo contaba.

Finalmente, la joven decidió denunciarle en 2017, ya cumplidos los 18 años, tras sufrir nuevos episodios de violación, al ser consciente de que el acusado no iba a cambiar su comportamiento y al no soportar más” la coerción psicológica y el mantenimiento de unas relaciones sexuales nunca consentidas por ella”, asegura el tribunal.

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