Condenan a Sanidad de Castilla y León a pagar 190.000 euros a un paciente

  • El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha condenado a la Consejería de Sanidad a indemnizar con 190.000 euros a un paciente de 41 años al estimar que se produjo una deficiente actuación facultativa que supuso trece intervenciones quirúrgicas y le dejó graves secuelas.

Burgos, 29 abr.- El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha condenado a la Consejería de Sanidad a indemnizar con 190.000 euros a un paciente de 41 años al estimar que se produjo una deficiente actuación facultativa que supuso trece intervenciones quirúrgicas y le dejó graves secuelas.

El paciente sufrió un choque séptico derivado de una perforación de estómago detectada de forma tardía en una intervención por presentar Esófago de Barret, mientras estaba siendo intervenido en febrero de 2008 en el hospital Divino Valles de Burgos.

En la operación, el enfermo sufrió dos perforaciones, pero la cirujano que le atendió sólo se percató de una de ellas; y en el postoperatorio inmediato presentó una sintomatología que no fue adecuadamente atendida ni se sospechó siquiera de que pudiera deberse a una posible complicación durante la cirugía.

La sentencia del caso, tramitado por El Defensor del Paciente, reitera las quejas de dolores por parte de éste y critica que no se le realizase ninguna prueba diagnóstica para averiguar el origen de su estado.

Cuatro días después, el paciente fue trasladado al hospital General Yagüe, donde ingresó en estado comatoso, taquipneico, pálido y sudoroso, y donde el cirujano de guardia ordenó realizar una operación de urgencia en la que se evidenció que tenía perforado el estómago.

En la evolución posterior, el paciente tuvo que ser operado hasta en trece ocasiones y, según el Defensor del Paciente, llegó a perder 25 kilos y estuvo en el Yagüe hasta el 25 de junio de 2008, cuando fue trasladado al Hospital Doce de Octubre de Madrid, para someterse a cirugía de reconstrucción de tránsito intestinal, gravemente dañado.

Fue dado de alta el 2 de septiembre de 2008, pero hubo de volver al centro en meses posteriores para su revisión y tratamiento, proceso que se alargaría hasta abril de 2010.

En diciembre de 2009, se le reconoció una incapacidad permanente absoluta y, desde 2011, tiene un grado de minusvalía del 71 por ciento reconocida, según la citada asociación.

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