Los controles para prevenir trampas en los exámenes de la UAL desde este lunes serán "diarios" y "aleatorios"

EUROPA PRESS

Según ha explicado a Europa Press la inspectora de Servicios de la UAL, Belén Cantero, la Universidad ha decidido "afrontar este problema" después de que el pasado curso llegaran las quejas de varios alumnos sobre la existencia de estos métodos por parte de determinadas personas, que si bien son poco numerosas, sí emplean un "sistema organizado" en el que podría haber un lucro por parte de terceros, para lo que se ha abierto un expediente reservado.

Así, ha señalado que con el establecimiento de estos sistemas se pretende disuadir a los estudiantes que pudieran contemplar el uso de métodos fraudulentos. "Muchos alumnos están colaborando y están aportando información, son ellos mismos los que rechazan estas prácticas", ha manifestado Cantero, quien ha explicado que el uso de medios telemáticos para copiar se ha detectado en "todos los centros", especialmente en aquellas pruebas que, a priori, pueden ser más difíciles.

Desde los decanatos se han remitido además modelos de acta de infracción para que se repartan entre los profesores que detecten las prácticas fraudulentas. Igualmente, se ha pedido a los docentes que comuniquen la hora y el lugar de celebración de exámenes en los que sea oportuno "establecer un control" más exhaustivo para incluirlo en el plan de inspección, ya sea en horario de mañana o tarde.

Según la información recopilada por la inspección, el sistema se servía de un pinganillo que se introduce en el oído y que es imperceptible a simple vista, mediante el cual se dicta la información de las respuestas. Para hacer llegar las preguntas, se empleaban relojes, collares o teléfonos móviles que se activan en el momento en el que el profesor podía dictar los enunciados.

Para evitar estas prácticas, se van a establecer tres tipos de medidas en la celebración de las pruebas. La primera será la colocación de sistemas de detección de transmisiones, que revelerá si existen dispositivos conectados. Cantero ha recordado que los dispositivos electrónicos deben estar "completamente apagados", según indica la norma, por lo que tampoco podrán permanecer en 'modo avión'. En este sentido, cada profesor --que también tiene que desconectar su teléfono-- deberá advertir de esta condición antes de las pruebas.

Otra de las medidas será la de interferir la frecuencia para que, en caso de que se produzca alguna conexión, la comunicación se interrumpa a favor de un pitido. Para ello, se ha solicitado una autorización a la Dirección Provincial de Telecomunicaciones, que se ha pronunciado a favor de "interferir puntualmente y en determinadas bandas" la señal mediante estos aparatos apropiados para ello.

COLABORACIÓN DE LA SUBDELEGACIÓN

La medida más contundente conlleva el uso de inhibidores de frecuencia, con los que "no funciona nada" en las aulas. La UAL ha pedido un permiso al respecto a la Dirección General de Telecomunicaciones, que su uso está permitido únicamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a Defensa, si bien también pueden hacer uso de los mismos las administraciones "expresamente autorizadas".

Así, mientras que se emite el permiso, desde el órgano académico se ha solicitado colaboración a la Subdelegación de Gobierno para que, en caso de que sea preciso, contar con presencia policial que maneje los inhibidores. "Estamos estudiando cómo puede hacerse esta colaboración", ha apuntado la inspectora de Servicios, quien ha puntualizado que muchas otras universidades cuentan estos aparatos.

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