Cooperación española ayuda a construir paz en deprimido barrio de Cartagena

  • Los habitantes de Nelson Mandela, un humilde barrio de la periferia de Cartagena, en el Caribe colombiano, podrán contar con una red de alcantarillado por la que han esperado casi 20 años gracias a la ayuda de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Ricardo Maldonado Rozo

Cartagena (Colombia), 29 jun.- Los habitantes de Nelson Mandela, un humilde barrio de la periferia de Cartagena, en el Caribe colombiano, podrán contar con una red de alcantarillado por la que han esperado casi 20 años gracias a la ayuda de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

La obra, que dará cobertura sanitaria del 100 % a los casi 40.000 habitantes de esta barriada, no sólo constituirá una mejora de la infraestructura física sino que contribuirá al fortalecimiento de la sociedad civil de este barrio del suroeste de la ciudad formado por supervivientes de la violencia.

"Es un proyecto que construye paz", dijo el coordinador general de la Cooperación Española en Colombia, Miguel González Gullón, durante una visita que hizo esta semana al sector.

Las obras del alcantarillado, cuya ejecución está concluida en un 60 por ciento, beneficiarán a una población formada en su mayoría por campesinos que llegaron a Cartagena desplazados por el conflicto armado de Colombia y el 7 de diciembre de 1994 fundaron esta barriada a la que dieron el nombre de Nelson Mandela, expresidente sudafricano y Nobel de la Paz.

La AECID ha invertido en el barrio unos 2,5 millones de euros (3,25 millones de dólares) que se complementan con otra inversión equivalente por parte de la Alcaldía de Cartagena para universalizar el acceso al saneamiento básico.

Cuando esté concluida la obra, unas 7.000 viviendas, en su mayoría construcciones de madera con piso de tierra y servicios públicos precarios, quedarán conectadas a la red de alcantarillado.

"Nos llamó la atención la inversión en el Nelson Mandela por ser un barrio de población desplazada por la violencia, de gente que desde 1994 colonizó este barrio y que venía huyendo del conflicto de muchos departamentos de Colombia", dijo González Gullón a Efe.

Añadió que para la Cooperación Española en Colombia la prioridad "es apoyar al país a lograr una paz duradera y sostenible" y por eso obras como el alcantarillado de esta barriada que está alejada de los atractivos turísticos que han hecho mundialmente famosa a Cartagena son una aportación a la paz.

Una de la beneficiarias directas será Martha Cecilia, de 33 años, que llegó a esta comunidad hace 14 huyendo del conflicto armado en Chigorodó, en el departamento de Antioquia (noroeste), con la esperanza de "poder vivir en paz" en las afueras de Cartagena.

"A nosotros nos desplazó la guerrilla. Mataron a mi mamá y mataron a un hermano porque a mi papá le estaban pidiendo ganado y él no quería darlo. Un día, cuando llegamos a la finca, encontramos a mi mamá muerta; nosotros nos salvamos porque estábamos en el pueblo", relata Martha Cecilia a Efe sobre las razones que la llevaron a buscar otra vida en Nelson Mandela.

Según González Gullón, en un país como Colombia, que a pesar de sus progresos económicos sufre los males de un conflicto armado interno, "la Cooperación Española centra todos sus esfuerzos en tratar de superar tanto las consecuencias de la violencia como los factores estructurales que la generan".

Las víctimas, explica González, son un "eje articulador de todo el trabajo que hace la Cooperación Española en Colombia, un país de 47 millones de habitantes de los cuales 5,5 millones son víctimas del conflicto armado".

"Hay muchísimos tipos de victimización. Por ejemplo, hay 4,5 millones de desplazados, hay víctimas de minas antipersonas, hay secuestrados, hay asesinados, hay desaparición forzada", explica el funcionario, convencido de que la Cooperación Española puede ayudar a cambiar en algo el sufrimiento de esas personas.

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