Corea del Norte tiene nueva heroína: una adolescente de 14 años muere ahogada por salvar un retrato del 'gran líder' Kim Jong Il

  • La joven estudiante sacrificó su vida para evitar que las inundaciones que sufría la provincia de Hamyong del Sur dañasen el cuadro del fallecido dictador norcoreano que colgaba en su casa. Todos los hogares del país están obligados a tener la imagen de Kim Il Sung, el padre de la patria, y Kim Jong Il, el gran líder. La menor ha recibido la medalla de honor, la máxima condecoración del país.

Cuando unas repentinas inundaciones golpearon la provincia norcoreana de Hamyong del Sur a principios de junio, para Han Hyon-Gyong lo más importante era que los retratos de los venerados líderes norcoreanos Kim Il Sung y Kim Jong Il no sufrieran daño alguno. Era incluso más importante que su propia vida. Por eso, cuando el agua anegó su casa, en lugar de ponerse a salvo envolvió los cuadros en plástico, se abrazó a ellos y caminó contra la corriente.

Han no lo logró. La fuerza del agua la arrastró y murió ahogada. Los testigos que vieron la tragedia explicaron a las autoridades que la joven estudiante, de sólo 14 años, mantuvo los retratos a salvo mientras le quedó un hilo de vida. Esa valerosa acción, a juicio de Kim Jong Un, hijo y sucesor de Kim Jong-il, ha sido merecedora de la medalla de honor, la máxima condecoración del país.

El periódico norcoreano Rodong Sinmun ha informado el pasado día 26 de junio que el régimen homenajeó de manera póstuma a la adolescente. También han sido condecorados su padre, sus profesores y los dirigentes juveniles de la Unión de Juventudes Socialistas Kim Il Sung en su región, a los que el Gobierno felicitó "por criar este tipo de jóvenes".

Además, la escuela en la que estudiaba Han Hyon-Gyong llevará de ahora en adelante el nombre de esta colegiala que se ha convertido en la nueva heroína de Corea del Norte.

Sacrificios por el 'gran líder'

La de Han Hyon-Gyong no es la primera historia aleccionadora de súbditos que arriesgaron o sacrificaron sus vidas con tal de salvar las imágenes de líderes que son objeto de culto en Corea del Norte.

Según la agencia de noticias AFP, la prensa norcoreana informó en 2007 el caso de un granjero que perdió a su esposa e hijo en un corrimiento de tierra pero logró rescatar los venerados retratos. También fue conocida la historia de un obrero que pudo preservarlos a costa de sacrificar la vida de su hija de sólo cinco años.

Kim Il Sung y Kim Jong Il son venerados por el pueblo norcoreano y sus imágenes no sólo se encuentran en lugares públicos y oficinas, sino también en los hogares de todo el país. La ley obliga a que los retratos estén colgados en el centro de una de las principales paredes de la vivienda, en la que no puede haber ninguna otra decoración.

Además, en todo el territorio norcoreano hay 35.000 estatuas suyas. Los sellos con su cara no se pueden usar al considerarse una ofensa pasar la lengua por su dorso, y los billetes con su efigie no se pueden doblar.

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Roberto Arnaz
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