Comprar mascarilla y guantes con su propio dinero para protegerse del coronavirus le ha costado a un agente antidisturbios una sanción de sus jefes. Este miembro de las UIP ha sido castigado con no abandonar su base y no salir a trabajar junto al resto de sus compañeros después de que decidiera adquirir un Equipo de Protección Individual (EPI) para evitar un contagio o provocar la enfermedad en otras personas, según una denuncia del sindicato Jupol a la que ha tenido acceso La Información. La decisión la tomaron sus responsables directos, y el motivo es que, por llevar estas protecciones, incumple la norma de que todos los miembros del cuerpo vayan vestidos de la misma manera.
El afectado pertenece a la Primera Unidad de Intervención de los antidisturbios, cuya base está en Madrid. Jupol señala en su queja que el agente adquirió ese material con dinero de su propio bolsillo, ya que como aseguran, la Dirección General de Policía no ha suministrado medios a sus subordinados para que estén más seguros en medio de esta situación de pandemia. Además, el sindicato sostiene que los mandos responsables del castigo amenazaron con que "llevarían a Régimen Disciplinario a quien haga uso de EPI, pagados por ellos, durante una pandemia que tiene paralizado el país y cerradas las fronteras, lamentable".
Con esta decisión de portar guantes y mascarilla, el agente incumpliría el criterio de uniformidad, que implica que todos los UIP deben ir vestidos de la misma manera. Pero que se le haya sancionado sin salir de la base es algo "lamentable", que quedaría en una anécdota "si la gente no estuviera muriendo por esto", añade el sindicato. Algo que, según la denuncia, es habitual. "Tratar de coaccionar a funcionarios de que no hagan uso de medios de protección para cuidar su salud y la de sus familias es indignante y posiblemente delictivo", asegura Jupol.
"Si los policías al terminar su trabajo expuestos a todo vuelven a sus casas con sus familias y de los malos ratos y situaciones duras pueden proteger sus familias guardándoselas, con los virus no podemos hacer eso", insiste el sindicato, que lamenta que se están produciendo "desplazamientos de UIP sin las mínimas condiciones de prevención". Como ejemplo, señala el vuelo de una de las unidades a Canarias, en un avión abarrotado de personas y donde no se cumplían los protocolos de distancia establecidos.
Jupol asegura además que esta denuncia sobre lo que le ha ocurrido a este agente busca que no se vuelvan a producir castigos de este tipo. "Corremos el riesgo de quedarnos sin personas que cuiden de los ciudadanos en la calle", explican, ya que "la UIP es la última línea de defensa, si la dejamos caer, caemos todos". Lo que supondría que no quedaría "nadie que reestablezca el orden público si la crisis evoluciona negativamente en disturbios".
Desde la declaración del Estado de Alarma, todo el cuerpo de la Policía Nacional está movilizado por las calles para hacer cumplir las órdenes de restricción de movimientos, que permiten abandonar el domicilio solo para las tareas esenciales o que estén permitidas por el Gobierno. También están al frente de los operativos de control de fronteras, después del cierre decretado por el Ejecutivo desde la medianoche del lunes al martes. Además, ahora todas las decisiones que se tomen en esta etapa excepcional tienen que pasar por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
La Policía Nacional también se está encargado junto a otros cuerpos de sancionar a aquellos ciudadanos que incumplen el decreto del Estado de Alarma. Los UIP también forman parte de esas labores, aunque su presencia por el momento es más de prevención y garantización de que la gente permanezca en sus casas. Hasta el momento, no se han dado situaciones en la que los antidisturbios hayan tenido que intervenir para restablecer el orden.
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