"Te sientes abandonado"

Atrapados en España: los extranjeros que no consiguen escapar del coronavirus

Aeropuerto Prat
Aeropuerto Prat
EFE

El 'cerrojazo' a las fronteras pilló por sorpresa a miles de españoles, que vieron esfumarse sus opciones de regresar a España. Después de que los aeropuertos bajasen la persiana por el 'estallido' de contagios, estos instaron al  Ministerio de Exteriores a proporcionar una solución para su vuelta a casa... pero no son los únicos en esta situación. Cientos de extranjeros han quedado atrapados en España y ahora buscan una salida que les permita reencontrarse con sus familiares en un momento tan difícil. Marcharse supone ya todo un reto, pues las restricciones que han impuesto las autoridades a los viajes afectan ya a casi todo el globo. Para ellos, planear la vuelta a casa se ha convertido en un verdadero rompecabezas donde, además de los límites de los gobiernos para evitar la propagación del coronavirus, los foráneos deben hacer frente a una subida de los precios de los billetes, que las aerolíneas han inflado aprovechando el tirón de la pandemia. 

Eduardo es uno de ellos. Viajó de Honduras a España para visitar a su novia solo dos días antes de que decretaran el estado de alarma en todo el país. "Pude enseñarle un poco de Madrid antes de que todo pasara pero el resto de días los pasamos en el Airbnb", cuenta Andrea, su pareja. El joven tenía pensado regresar a Tegucigalpa el 29 de marzo pero a los pocos días de haber aterrizado en Madrid le llegó un correo de United Airlines en el que le informaban de que su vuelo había quedado cancelado por el estallido del brote en el país. 

"Me decían que no me podían ofrecer nada, que no había otra alternativa para llegar a Honduras", añade el joven. Por la mente de Eduardo pasaron todas las rutas posibles... y las dudas. "No sabía cómo iba a pagar mi estancia en Madrid ni qué iba a hacer con mi trabajo en Honduras, me decían que hasta finales de abril o principios de mayo no iba a poder regresar" a América Central. Después de casi dos horas de estar al teléfono con la aerolínea le dijeron que podían hacer un reembolso de la mitad del monto del billete y la parte le quedaría en créditos dentro de la aerolínea. Con eso, el hondureño compró un billete con Iberia para llegar a México -el único país de la región que no ha cerrado las fronteras- en donde vive su padre; desde ahí pensaba viajar a Honduras

"Tuve la suerte de encontrar un vuelo de Madrid a Ciudad de México para el 27 pero esto implicó otro gasto porque no me han reembolsado el billete que me cancelaron", subraya. Sin embargo, el joven no sabe cuándo podrá regresar a su país y ahora solo le queda esperar a que abran las fronteras para que pueda regresar a su casa. 

"He estado a punto de quedarme en la calle"

Katia es peruana, llegó con el inicio del año académico a Pamplona para estudiar en la Universidad de Navarra donde pensaba quedarse hasta los exámenes de mayo. Cuando las clases se suspendieron y el estado de alarma fue un hecho, trató de comprar un billete a Perú, pero el país ya había cerrado sus fronteras. Las aerolíneas inflaron los precios justo después: "Solo encontré billetes por entre 5.000 y 7.000 euros con muchas escalas", relata la joven para quien estas tarifas estaban fuera de alcance. La estudiante decidió comprar un billete a Colombia, desde donde los peruanos aún podían volver a su país.

Respuesta consulado Perú

"Cancelé el contrato dl alquiler de mi piso y me vine a Barcelona". Su vuelo salía de la base de El Prat, donde acudió con todas sus cosas este domingo. Cuando se disponía a embarcar, los agentes del aeropuerto rechazaron su billete: "Me dijeron que no me podían dejar embarcar si no era colombiana". La situación cambiante que se vive en los últimos días fue la justificación que le ofrecieron para dejarla en tierra. "La Policía tenía razón, al día siguiente cerraron las fronteras también en Colombia así que me hubiera quedado encerrada allí". La situación no deja de sorprenderla: "Los medios peruanos dicen que se están organizando vuelos para devolver a casa a los compatriotas, pero el consulado lo niega".

Pese a todo, la joven afirma que tiene suerte: "Al menos tengo familia en Barcelona y me he podido quedar con mis tíos… sino ahora mismo estaría en la calle". Katia asegura que la Embajada está tratando de retornar a aquellos ciudadanos en una situación extrema, los que no tienen un lugar en el que quedarse en España. "Entiendo que haya preferencias, pero aún así me te sientes abandonado". Como Katia, muchos otros pasan las horas esperando con la paciencia como única herramienta. En pleno estado de alarma, el lema 'Quédate en casa' todavía es para ellos una quimera.

Tres días de viaje y dos vuelos cancelados

Gabriel es guatemalteco y estudia en una universidad de Valencia. Cuando el brote del virus llevó a la cancelación de clases, él y su compañero de piso decidieron regresar a Guatemala a pesar de que la oferta de vuelos era ya bastante limitada. A última hora encontraron un billete para volar de Madrid a París, de París a Panamá y de Panamá a Guatemala. Los dos jóvenes empacaron sus cosas y salieron de España pero una vez en Francia les dijeron que su vuelo transatlántico no iba a salir por razones "ajenas al virus" y que debían esperar casi 48 horas para coger otro avión con esa aerolínea. Para todo esto las noticias sobre el cierre de fronteras en América se empezaban a escuchar y era cuestión de horas para que se hicieran oficiales los bloqueos

Ante esto los jóvenes no quisieron arriesgarse y lograron comprar un billete desde París hacia Costa Rica en un avión que salía doce horas después y llegaba antes que el que se dirigía a Panamá. "Mientras volábamos hacia Costa Rica cerraron las fronteras de Guatemala", afirma Gabriel. Una vez  llegaron a San José se enteraron de que el vuelo que finalmente los iba a llevar a su destino también se había cancelado porque el bloqueo de las fronteras iba a impedir que los pilotos de la aerolínea regresaran a sus hogares. "Nos devolvieron el dinero de ese último trayecto y estuvimos otro día y medio intentando llegar a Guatemala", afortunadamente en el aeropuerto de la capital costarricense había alrededor de treinta guatemaltecos y juntos lograron que ambos países organizaran una repatriación.

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