"Sigue faltando material"

Tres mujeres cara a cara contra el virus: "Necesitamos la ayuda de los de arriba"

Coronavirus Madrid
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EFE

Este sábado a las 22:00 horas, los españoles respondieron a la llamada de las redes y salieron a sus balcones para aplaudir a sus sanitarios. El cuerpo de facultativos está ejerciendo una titánica labor contra la propagación del Covid-19 por el territorio nacional... y no siempre bajo las mejores condiciones. Frente a los turnos interminables, la presión de la responsabilidad y la escasez de recursos, los profesionales de la Sanidad Pública, como Clara, Natalia y Marta, solo han lanzado a la ciudadanía una petición: "Quedaos en casa". Un gesto que, coinciden, podría ser crucial para ganarle la carrera al virus. Estas tres mujeres luchan contra la pandemia en primera línea y han compartido su experiencia con La Información.

Clara, enfermera de UCI en Madrid: "Necesitamos más ayuda"

"Necesitamos la ayuda de los de arriba: más personal y más recursos". Clara, enfermera de la UCI de un hospital madrileño, cuenta que ha conseguido normalizar la situación que están viviendo, pero reconoce que el primer día que atendió a un paciente con coronavirus acabó "destrozada". La presión con la que trabajan los sanitarios madrileños estos días es enorme, la Comunidad de Madrid contabilizaba -a las 18:00 horas del sábado- 2.940 contagios y al menos 133 fallecidos. 

Los protocolos para atender a los pacientes ingresados con coronavirus establecen que la exposición al paciente contagiado debe ser mínima, en principio de no más de media hora seguida. Sin embargo, esta enfermera lamenta que si tiene que llevar a dos pacientes es imposible que los tiempos sean menores, "especialmente en un turno de mañana cuando también hay que hacer labores de aseo y curas".

Más allá de la exposición con el riesgo al contagio que supone, la atención a estos pacientes es dura. Relata que cuando atendió por primera vez a un paciente contagiado salió "con dolor de cabeza". La situación obliga a llevar un traje de protección, por lo que las condiciones de trabajo no son las mismas que cuando se atiende a otro paciente. "Estuve una hora y media metida en el box. Es un agobio porque las gafas se acaban empañando y la mascarilla aprieta un montón". La joven destaca que es una situación excepcional porque con los mismos recursos materiales y humanos se está intentando englobar todo, pero se está colapsando. Según señala "las cosas se están haciendo al día, cada día sacan nuevos protocolos; no se estaba preparado para este colapso".

Para paliar el exceso de pacientes, la Comunidad de Madrid incluyó entre sus medidas la posibilidad de aplazar o retrasar las actividades quirúrgicas programadas o las pruebas diagnósticas no preferentes. Clara cree que esta medida era necesaria porque eso implicaba más pacientes en la UCI y además iban a permanecer al lado de los contagiados por coronavirus. Otra de las cuestiones que preocupa es la falta de recursos, "hay días que el material está contado", lamenta Clara sobre los recursos más básicos -hablamos de batas, mascarillas y guantes-, si se los demandamos al supervisor nos lo van trayendo, pero está claro que sin material nadie va a atender al paciente".

A pesar de todo, Clara asegura que está empezando a hacerse con esta situación, "una vez que he llevado al primer paciente, ya me he hecho a la idea... si hacemos bien nuestro trabajo no se corren riesgos de ir propagando el virus". No obstante, pide responsabilidad y avisa a los políticos, "nos tienen que ayudar los de arriba, contratar más personal y nos tienen que dar los recursos materiales necesarios porque si no no se va a poder atender bien a esta gente". En ese sentido, pide que "se valore lo importante que es la sanidad pública, invertir en ello". "Lo peor es que se dan cuenta ahora y se corrige mal y pronto por toda esta situación", añade.

Marta, enfermera en Vitoria: "Está siendo un caos"

Marta es enfermera en el hospital de Txagorritxu (Vitoria). El centro es referente nacional en enfermedades infecciosas. La región, otra de las más golpeadas por la pandemia de toda España. "Esto está siendo un caos", lamenta la joven. Según su relato, a los pacientes que llegaban con síntomas de coronavirus se les derivaba a una sala conjunta, antes de hacerles una primera prueba -"el frotis, que consiste en pasar unos bastoncillos por la mucosa nasal"-. En muchas ocasiones el resultado es negativo y se les manda a casa:  "El problema es que ya han estado compartiendo estancia con otras personas que después han dado positivo", apunta la enfermera. 

A priori, su equipo se limita a una mascarilla básica, "de las que puede llevar la gente por la calle". Según la profesional, solo cuando alguien da positivo, "entonces sí nos dan las mascarillas y los trajes especiales... aunque igual he estado dos días en contacto con ese paciente sin tomar ninguna medida". Hace unos días, Marta apuntaba que cuando hay un contagio, la persona era ingresada en una habitación "para él solo", aunque las estancias están preparadas para dos: "Por habitación hay dos camas, si meten al infectado en una habitación, la cama sobrante va al pasillo, así que está el hospital lleno de camas".

La falta de material es uno de los motivos que apunta esta profesional para el alto número de profesionales aislados que reporta Euskadi -"aunque en Donosti andan igual"-. El problema va más allá y entorpece la gestión de la crisis. Estas faltas de control inicial hacen que los falsos negativos se conviertan en una piedra en el camino que entorpece las ya saturadas agendas de la plantilla. Según comenta la sanitaria, "frecuentemente recibimos llamadas desde arriba preguntándonos si estuvimos con tal y cuál paciente, en qué momento, por cuánto tiempo...". Ante la duda, el facultativo tiene que cumplir la cuarentena.

Natalia, en Barcelona: "Si un sanitario sale positivo todos nos contagiamos"

Natalia es estudiante de medicina y hasta hace unos días hacía rotaciones en el quirófano de uno de los hospitales más afectados por el coronavirus en Barcelona. La joven cuenta que, desde el estallido del brote, en el centro han hecho falta mascarillas y suministros para poder tratar a los pacientes y proteger al personal sanitario. "No tenemos mascarillas, nos dieron unas especiales a los estudiantes porque de las quirúrgicas no quedan. Una auxiliar me ha contado que el hospital ha tenido que hacer pedidos urgentes porque hace falta material", señala. Hace unos días le informaron desde el hospital que las prácticas quedaban anuladas hasta nuevo aviso a pesar de que los doctores y las enfermeras "están en contra de esta medida porque hacen falta manos ahora más que nunca". Sin embargo, cree que es una decisión que "ha tenido que tomar la directiva por presión general para no exponer a los estudiantes".

Además, la joven resalta el riesgo en el que se encuentran todos los sanitarios. "Si uno de nosotros sale positivo de Covid-19 todos nos contagiamos", alerta la chica, que añade que no le teme al contagio porque se ha demostrado que en los jóvenes no suele presentar complicaciones y que se puede tratar con normalidad. "La situación va para más y cada una de las personas que trabajan en el hospital es fundamental. Al parecer ahora van a llamar a las personas que hayan hecho la carrera pero tengan el MIR" para paliar la falta de sanitarios en los centros. "Todo es caótico, las enfermeras hacen de médicos y los médicos de enfermeras", cuenta la chica.

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