Estado de alarma

España blinda su acceso por tierra ante el virus con controles policiales estrictos

Controles fronterizos tras el decreto del estado de alarma. / EFE
Controles fronterizos tras el decreto del estado de alarma. / EFE

El Gobierno de España decretó el cierre de todas las fronteras terrestres este lunes para todos los que no sean españoles o residentes ante el avance del coronavirus. En la madrugada de esta martes miles de policías se han movilizado a los distintos puntos de control instaurados para garantizar que solo entren al país los que cumplan con esas condiciones o alguna de las excepciones estipuladas por las autoridades. La jornada no ha registrado incidentes graves, pero varias caravanas de turistas esperanzados de conocer España tuvieron que dar media vuelta. 

Francia y La Jonquera

Agentes de Policía Nacional y Mossos d'Esquadra filtran desde esta pasada medianoche la entrada a territorio español por los pasos fronterizos de La Jonquera (Girona), con el cierre impuesto a los coches que no cumplan las excepciones acordadas y vía rápida para los transportistas. Los puntos de control se han establecido en el peaje de la autopista AP-7, la principal vía de conexión con Francia, y en el de la N-II en el núcleo conocido como El Pertús.

En el primero, los Mossos se encargan esta mañana de desviar a todos los vehículos al lugar en el que se encuentra la Policía Nacional, a tan sólo unos metros, aunque a los camiones se les da salida rápida. Allí, los agentes establecen un solo carril, donde se informa a los conductores del cierre de fronteras y de las excepciones que permiten la entrada, como son las de ser ciudadanos españoles, residentes en el país, trabajadores transfronterizos o acreditar causas de fuerza mayor o situación de necesidad.

El control en El Pertús es de menor envergadura, ya que los camiones están obligados a circular por la AP-7 desde hace dos años para reducir la siniestralidad en la N-II. El dispositivo es similar al de la autopista, aunque si allí el tráfico tiene poco que ver con el habitual por la baja densidad de vehículos, aquí es todavía menor.

En ambos puntos, los Mossos d'Esquadra confirman que no se ha producido incidencia alguna y destacan la tranquilidad con la que se desarrolla el dispositivo y la buena actitud general de los conductores, pese a que a algunos se les impide la entrada a España por la normativa impuesta a causa de la pandemia de coronavirus. 

Galicia y Portugal 

En el paso entre Tui (Pontevedra) y Valença, el más transitado entre Galicia y el norte de Portugal, se pueden ver  colas de más de tres kilómetros. Tras las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar el avance del coronavirus, en las inmediaciones del puente internacional sobre el río Miño hay habilitado uno solo de los dos carriles de circulación, en el que desde primera hora se ha formado una larga hilera de vehículos, la mayoría camiones de transporte de mercancías, a los que la Policía Nacional deja pasar de forma automática.

No sucede lo mismo con el resto de vehículos, que los agentes revisan de uno en uno para comprobar que se trata, efectivamente, de desplazamientos justificados por causas de fuerza mayor o situación de necesidad. En caso contrario, la Policía está obligando a dar la vuelta, y a tal efecto se ha habilitado un paso en el puente para facilitar la maniobra.

España y Portugal acordaron suspender las conexiones ferroviarias y aéreas entre ambos países, y por carretera solo están habilitados los pasos Valença-Tui, Vila Verde da Raia-Verín, Quintanilha-San Martín, Vilar Formoso, Termas de Monfortinho, Marvão, Caia-Badajoz, Vila Verde de Ficalho y Vila Real de Santo António-Ayamonte.

Huelva y Portugal

La frontera entre España y Portugal en el puente internacional de Ayamonte (Huelva) está viviendo su primer día de cierre a causa del coronavirus con tranquilidad y con estrictos controles policiales en ambos países. Solo se puede pasar de un país a otro por motivos laborales o de residencia y por razones de causa mayor justificada y quedan restringidos los desplazamientos de carácter turístico.

Muchas autocaravanas, en su mayoría de ciudadanos alemanes, están intentando sin éxito entrar en España. A cada lado de la frontera, los agentes de ambos países, todos ellos con mascarillas y guantes, piden la documentación a los que quieren cruzar la frontera.

El tránsito en este punto fronterizo no está siento intenso y en las primeras horas de la mañana apenas una docena de camiones y coches se concentran en estos controles, en mayor parte desde Portugal para entrar en España. El cierre de fronteras afecta también al tránsito a través del río Guadiana que une las localidades de Ayamonte y Vilareal de Santo Antonio.

Gibraltar

Donde nada ha cambiado es en la frontera entre España y el Reino Unido en Gibraltar. Según declaró en la noche del lunes el ministro principal de la Roca, Fabián Picardo, España les ha garantizado que las restricciones de frontera no se aplican a los accesos entre La Línea y la ciudad británica más allá de los controles que, por la extensión de la enfermedad ya se estaban tomando. En un comunicado oficial, ha puntualizado que las medidas se aplican en el territorio Schengen y que eso no influye en su caso.

Como suele pasar, Picardo aprovechó para añadir un dardo a relaciones precedentes con España y declararse "satisfecho" de que las medidas adoptadas no se apliquen a la frontera y que no se haya usado esta crisis para añadir una carga política. "Nos han confirmado que los trabajadores que necesiten cruzar la frontera podrán hacerlo. Recomendamos que lleven copias de sus contratos de empleo con ellos si es posible".

Asimismo, Picardo destaca que tampoco se están viendo afectadas las entradas de alimentos o de otros bienes, incluyendo los sanitarios a causa de las restricciones por el coronavirus. Gibraltar, con unos 30.000 habitantes censados pero cuya población crece casi a diario un 50% por la entrada de trabajadores desde España, ha aplicado ya algunas medidas contra la enfermedad, como un horario reducido en la hostelería y el cierre de su puerto a cruceros.

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