El coronavirus, en las cárceles

"El aislamiento funciona": dos presos y 15 funcionarios infectados por Covid-19

Los funcionarios de prisiones, desprotegidos ante las agresiones. /EFE
Los funcionarios de prisiones, desprotegidos ante las agresiones. /EFE

El cierre de las cárceles decretado por el Gobierno ante la crisis del coronavirus ha provocado la movilización de sus trabajadores. Los funcionarios de prisiones ya están trabajando para evitar que les falten recursos ante posibles brotes de Covid-19 en sus instalaciones. Ya sean entre ellos mismos o entre la población reclusa. Por eso, sus responsables están haciendo inventario de todos los equipos de protección individual (EPIs). Pero el punto de partida no puede ser más optimista, ya que según Instituciones Penitenciarias tan solo se han registrado 15 positivos entre personal y tan solo dos entre los reclusos. Aun así, a los jefes de los centros se les ha recomendado que empiecen a cursar peticiones a las delegaciones del Gobierno de sus zonas, debido a que la única autoridad para suministrar mascarillas, batas o geles es el Ministerio de Sanidad. Unas medidas recogidas en una circular interna motivada por esta crisis, y a la que ha tenido acceso La Información.

En esa comunicación, que fue enviada por uno de los departamentos de personal a varios responsables de Prisiones, se instaba a estos dirigentes a hacer un recuento de toda las mascarillas quirúrgicas de las que se disponían en sus instalaciones. Un material que debían entregar a todos los trabajadores que fueran a estar en contacto con los internos, para que así lo tengan disponible. Pero según fuentes de Instituciones Penitenciarias, la orden es que estos recursos no se utilicen directamente, y se reserven a las situaciones que establecen los protocolos de Sanidad. Es decir, que se entreguen a un contagiado o a quienes vayan a estar en contacto con ellos.

Las fuentes de Prisiones consultadas por esta redacción explican que la organización de las cárceles españoles tiene en su poder hasta 100.000 mascarillas. Unos equipos que no se han repartido entre los distintos centros por las instrucciones del Gobierno central. Algo en lo que también influyen las particularidades de estos objetos, como que sean de un solo uso o que si mojan no puedan ni siquiera utilizarse. "Necesitaríamos una cantidad salvaje, y no la hay", señalan las mismas fuentes, que aseguran que hacer un reparto total de EPIs "crea una sensación de falsa seguridad, que puede relajar los hábitos y provocar más contagios". 

Otras medidas que sí se han tomado a nivel organizativo tienen que ver con un cambio en las dinámicas de trabajo habituales en los módulos y oficinas. En este último caso, para personal laboral de servicios centrales o periféricos se han establecido turnos estancos, para que así unas personas no coincidan con otra y se evite un contagio de toda la plantilla. Más complicado es organizar a quienes trabajan en vigilancia. A pesar de que su punto de partida hace que estén más días en casa que en su puesto, ya que concentran sus horas semanales en tan solo tres días. Por eso, la dirección ha propuesto a los propios funcionarios que se autoorganicen entre sí, dándoles libertad para que establezcan turnos que permitan que haya los menores desplazamientos posibles hasta sus centros. 

Apenas una veintena de contagios

La otra recomendación que recibieron por correo electrónico los responsables de Prisiones fue la de empezar a cursar peticiones de material que considerasen a las delegaciones del Gobierno. Un consejo que se explica con ese temor a no disponer de todos los recursos necesarios para afrontar una crisis en una o varias cárceles a la vez. "Debéis dirigiros nuevamente a las Delegaciones/Subdelegaciones del Gobierno para indicarles que necesariamente os tengan en cuenta para el suministro de mascarillas, guantes y soluciones hidro-alcohólicas en función de vuestras necesidades", señala el documento, que aboga por "actuar por doble vía" a través de los servicios centrales y "el que podáis gestionar vosotros de forma descentralizada".

Desde Instituciones Penitenciarias, las fuentes consultadas señalan que ven "normal" que los responsables directos de los centros se preocupen de trasladar esas peticiones a quienes interlocutan con el Ejecutivo, que es la única autoridad con poder de decisión durante el Estado de Alarma. Pero resaltan que se están limitando a cumplir los protocolos marcados. Sobre todo porque hasta el momento están dando resultados, ya que aseguran que ha habido 15 positivos por Covid-19 entre personal laboral y tan solo dos entre los presos. "El aislamiento funciona. Los trabajadores que entran y salen se contagian más, pero son cifras muy bajas. Y cuentan con toda la atención", explican en Prisiones.

A pesar del avance del virus, las mismas fuentes de Prisiones señalan que no se ha producido un "aumento significativo" de los incidentes entre reclusos, a pesar del temor a que el cierre de los centros produjera motines, como ocurrió en Italia. Sí admiten cierta preocupación ante las consecuencias de esa clausura, como que ya no entre droga a través de las visitas o de aquellos internos que tienen permisos y pueden abastecerse. "Tocamos madera, pero por el momento no ha habido grandes problemas. Solo por un falso rumor de un positivo en un módulo hubo una situación que se solventó. Y peleas hay, pero como ha habido siempre", resaltan desde el departamento que vela por las cárceles. 

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