Las consecuencias del Covid-19

Las funerarias madrileñas colapsan: no aceptan ya incineraciones por el virus

Funerarias de Madrid
Funerarias de Madrid
EFE

El durísimo golpe que supone el coronavirus en todo el país ya no solo colapsa las urgencias de los hospitales. Otro de los ámbitos que está sufriendo una saturación de su labor es el de las funerarias, cuya carga de trabajo ya ha llegado a un punto de colapso que no tiene precedentes. Algo que están sufriendo especialmente en la ciudad de Madrid, que forma parte de la comunidad autónoma con más fallecidos por la pandemia. Tanto que la empresa pública dedicada a ello ya no puede aceptar más solicitudes para realizar incineraciones, como confirman fuentes municipales a La Información. Algo que también puede pasar en Barcelona, donde el ayuntamiento prevé que desde el miércoles no podrán operar más

La lista de espera de los hornos para cremar a los fallecidos en estos días ya está cerca de los cinco días, como señalan las fuentes consultadas por esta redacción. Unos plazos que han aumentado considerablemente, ya que hace un par de semanas la demora para que un cuerpo pudiera ser incinerado era de tres días. "Se están produciendo situaciones de que se llevan al fallecido a otra ciudad, lo incineran y devuelven los restos a su familia", explican las mismas fuentes, que aseguran que los trabajadores y gestores de la compañía pública son incapaces de poder atender toda la demanda que tienen sobre la mesa. 

Esta situación límite de la empresa funeraria se explica con varios motivos. El principal es que la cremación es un proceso largo que dura entre 3 horas y media y cuatro horas para completarse del todo. Unos plazos que no pueden acelerarse bajo ningún concepto, y que en un contexto de un número de muertos que no tiene parangón es un obstáculo para que el trabajo se pueda desarrollar a un ritmo adecuado. A lo que se suma que la incineración es el método recomendado, que no obligatorio, por las autoridades sanitarias para tratar los restos de los fallecidos por el virus.

Pero el caso de Madrid no es único en la Comunidad. De hecho, este problema ya se está extendiendo a otras ciudades. Ya sea como consecuencia de los problemas de la capital o por los propios de cada lugar. "No estamos haciendo distinciones. Si a uno le dicen que aquí no, le mandan a Pozuelo o a otro sitio. Estamos todos con lo mismo", apuntan las fuentes consultadas. Por tanto, el colapso ya empieza a afectar a toda la región madrileña. Algo que es "normal" si se tiene en cuenta que es la zona con más positivos y fallecidos de todo el país, resaltan las mismas fuentes municipales.

Que la problemática sea general es lo que explica que se hayan habilitado lugares como el Palacio de Hielo o uno de los pabellones de la Ciudad de la Justicia como morgues improvisadas. Unos emplazamientos excepcionales con los que se seguirá contando en las próximas semanas, ya que no se prevé que la actividad de las funerarias se pueda descongestionar en un plazo razonable. "Si la lista de espera ya va casi por cinco días, es casi imposible que esto se reconduzca pronto", añaden las mismas fuentes. 

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, los fallecidos por Covid-19 en Madrid ya alcanzan los 5.136 de un total de 38.723 infectados. Una estadística que la autonomía no ha dejado de liderar desde que se desatase esta crisis, que la obligó también a ser la primera en cerrar la actividad educativa y a clausurar algunas actividades comerciales. A lo que se sumaron medidas para impulsar el teletrabajo, ya fuera en el ámbito privado o en las administraciones públicas. 

Los temores de Almeida

Este escenario ya se lo temían en el Ayuntamiento de Madrid, que lleva un par de semanas avisando de las dificultades que afronta el sector. La última advertencia la hizo el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que anunció que ya estaba hablando con empresas del sector en Castilla-La Mancha y Castilla y León para que le ayudaran y se encargaran de parte del volumen de cremaciones inasumible para la ciudad. Algo con lo que quería evitar "un posible desborde" pero siempre con el previo consentimiento de las familias y "con todas las garantías", según explicó el primer edil madrileño. Por ahora, el consistorio no confirma que se hayan alcanzado acuerdos en este sentido.

Antes, estos problemas se evidenciaron con el cierre momentáneo de la funeraria municipal debido a la falta de material. Ocurrió poco antes de que se declarara el Estado de Alarma, y fue otra confirmación más de que el coronavirus estaba acabando con la vida de miles de madrileños. Finalmente, la empresa pública reanudó su actividad por una orden dictada expresamente por Almeida tras pasar dos días clausurada. Según el alcalde, en ese periodo de tiempo se suministró a la compañía todo lo que necesitaba para operar.

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