"Ni sabemos cuánto duran esos anticuerpos"

El largo camino a la inmunidad de grupo: "Queda mucha población por infectarse"

Personas haciendo cola con su mascarilla en Sevilla
Personas haciendo cola con su mascarilla en Sevilla
EFE

Que el coronavirus siga contagiando a los ciudadanos españoles durante los próximos 12 meses no significa que se vaya a alcanzar la inmunidad de grupo. De hecho, está más lejos de lo que creemos. Esa es la principal advertencia que lanzan médicos y científicos tras los resultados preliminares de la encuesta serológica lanzada por el Gobierno, que mostró que tan solo el 5% de la ciudadanía del país posee anticuerpos contra el Covid-19. Lo que supone que "queda mucha población por infectarse" y que "no se va a conseguir ese hito a corto plazo", como explican médicos especializados en virología y en vacunas consultados por La Información. Sobre todo, porque aún no se conoce cuánto dura esa protección que se genera tras superar el virus. 

"El virus va a seguir con nosotros, y hay que seguir confiando en que la gente sea sensata y cumpla las medidas de seguridad. Queda mucha población por infectarse, incluso en las provincias con más seroprevalencia", destaca el virólogo y consejero científico Raúl Ortiz de Lejarazu, que recuerda que para alcanzar esa inmunidad de grupo el virus tiene que haber alcanzado a entre el 60% y 70% de todo el país. Una situación que, según destaca, nos aboca a "llevar mascarilla durante mucho tiempo o a mantener la distancia de dos metros, que es lo que permite que el virus no se propague". Aunque, como admite el doctor Ortiz de Lejarazu, "en España va a ser muy difícil esto", debido al estilo de vida que imperaba antes de la pandemia. 

En el mismo sentido argumenta el médico especializado en microbiología e inmunología José Luis Cañada Merino, que advierte de que los tratamientos o las vacunas "tardarán en llegar, ya que hablamos de un microorganismo no conocido hasta ahora". "Como muy pronto, y saltándonos varios pasos, nos queda año y medio. Pero para eso hay que buscar el perfil de seguridad, luego el de efectividad y finalmente saber si los anticuerpos que pueda producir esa posible vacuna son útiles o no", añade el doctor Cañada, que recuerda que muchos enfermos de VIH "generaban anticuerpos y eso no les servía para nada porque no eran curativos". 

Estos doctores, que cuentan con más de 40 años de carrera en sus especialidades, aseguran que esperaban los datos conocidos en la encuesta este miércoles. "Viendo los datos de otros países, como Francia, preveía que nos moveríamos en esas cifras", destaca Ortiz de Lejarazu, que destaca que los focos son claramente zonas como Madrid y Barcelona, "las dos áreas más cosmopolitas". A la vez, Cañada apunta a que "lo ideal sería hacerle la serología a todo el mundo, pero es inviable hacerle una prueba a 47 millones de personas". Por eso, insisten en cumplir escrupulosamente todas las medidas de prevención, que no se deben relajar. "El diagnóstico precoz y el aislamiento total de los infectados es necesario. Pero habría que haber hecho PCR a los sospechosos en atención primaria desde el inicio", apunta el miembro de la Fundación IO, espacio que comparte con Ortiz de Lejarazu. 

Los dos médicos aseguran que no podían prever que la Covid-19 iba a generar esta situación. Pero nunca lo despreciaron, como evidencia un mensaje en Twitter de Ortiz de Lejarazu en el pasado mes de enero, donde avisó de lo que estaba pasando en China. "Cuando un virus lo intenta por tercera vez... No imaginaba que pudiera acabar en esto, está claro. Al final, lo que importa es que unos países actuaron antes y otros después", dice el también profesor de microbiología, que reclama que la sociedad esté "muy atenta" porque "la desescalada no acaba con la mortalidad y volvemos a una vida distinta". "Hay que ir a grupos más pequeños. Si vamos a una terraza, que en vez de 10 estén seis, y a una distancia adecuada", incide. 

Prepararse para el futuro

Hay dos cuestiones que preocupan a los médicos consultados. La primera tiene que ver con esa duración de la inmunidad, que "ni sabemos cuánto durará", como recuerda el doctor Cañada. "Quien lo ha pasado ya puede estar relativamente tranquilo. Pero en la gripe, de un año para otro esa inmunidad no sirve. No sabemos si un anticuerpo que se detecta ahora va a proteger durante tres años. Por el simple hecho de que no han pasado tres años y solo llevamos cinco meses", apunta el vocal de la Fundación IO, que estima que el virus "lo vamos a tener para siempre, ya que hemos partido de cero". "Cosa distinta habría sido si hubiéramos seguido investigando cuando apareció el SARS-CoV-1, que debido a que no cuajó en la transmisión humana, se habría ganado mucho terreno", resalta el experto en vacunas. 

La otra inquietud tiene que ver con la posibilidad de que se mezcle la pandemia de coronavirus dentro de unas meses con un pico de casos de gripe. "Eso hay que preverlo cuanto antes. Hay teorías de que puede haber interferencia viral, que la gripe pueda desactivar en cierta manera al Covid, pero yo creo que no. Hay que empezar la campaña de vacunación, sobre todo en personas de riesgo", incide Ortiz de Lejarazu. "Hay que ampliar los objetivos de la vacunación antigripal, para que no coincidan epidemias. De la gripe se tendría que estar vacunando todo el mundo mayor de seis meses. Hay que ir a una vacunación universal", aporta Cañada, que lamenta que sigan proliferando movimientos "antivacunas" incluso en situaciones así. 

Por toda la experiencia acumulada en sus carreras, tanto Ortiz de Lejarazu como Cañada llaman a empezar a acostumbrarse a lo que viene en el futuro. Ya que puede que nuestras expectativas no se vean colmadas. "Se habla poco del escollo de los fabricantes de vacunas. ¿Están preparados para fabricar 7.000 millones de dosis para que lleguen a todo el mundo? ", se pregunta el doctor especializado en inmunología. Mientras, su colega advierte de que "esto es una carrera de fondo, ya que el virus no se va tan fácilmente". "Que infecta a toda la población cuesta mucho dolor y muchas vidas. Pero ahí habrá que demostrar la tenacidad que hemos tenido los sapiens a lo largo de la humanidad", dice el virólogo, que recuerda que los casos están destinados a continuar en el tiempo, pero con menor virulencia. "Si dos caen infectados, y uno muere y otro no, ¿quién es el que sigue difundiendo el virus? Evidentemente, el que sobrevive, que ha tenido una afección menos severa", reflexiona Ortiz de Lejarazu.

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