Mejora notable de la calidad del aire

Madrid no se fija en la caída de polución por el virus y rechaza reformular su plan

  • Comunidad y Ayuntamiento prefieren esperar a retomar la normalidad para valorar los datos de contaminación y defienden los planes que ya tenían.
Panorámica de Madrid sin contaminación
Panorámica de Madrid sin contaminación
EFE

Las fotografías y las vistas desde pisos altos permiten ver una situación que no se recordaba desde hace muchos años en las grandes ciudades. El cielo está limpio y las 'boinas' de polución han desaparecido de una manera casi inmediata. Una imagen muy espectacular que sirve para ilustrar una caída de la contaminación del aire que llega tras tres semanas de confinamiento por el coronavirus. El caso de Madrid es el más claro, donde la masa de aire sucio que la rodeaba ya no se ve desde hace días. Pero el desborde sanitario y los planes para mitigar la crisis social y económica son toda una prioridad. Por eso, las administraciones madrileñas no se plantean por ahora reformular sus planes contra la contaminación para aprovechar esta nueva situación. Además, consideran que no se pueden extraer conclusiones sobre esta situación por la nula circulación de vehículos. Aunque ya haya voces que llaman a inferir de que a menos coches, mejor aire. "No es un escenario realista", señalan fuentes consultadas por La Información.

Esta reducción drástica de la polución, que se ha producido en medio de una crisis sanitaria que ha acabado con la vida de más de 10.000 españoles, está fuera de la agenda en este momento. Y puede que tampoco se llegue a tener en cuenta cuando se empiece a recuperar la normalidad, como han reclamado colectivos ecologistas o partidos de la oposición. De hecho, desde el consistorio que lidera José Luis Martínez-Almeida no contemplan en estos momentos un giro a las políticas de movilidad que quieran aplicar. Algo que pasaría por restringir el tráfico en un porcentaje considerable, ya que lo que ha provocado que las mediciones de dióxido de nitrógeno (NO2) muestren una caída radical es que no haya libre circulación de vehículos. Mientras, en la Comunidad de Madrid optan por "hacer las valoraciones" tras controlar la pandemia. 

Panorámica de Madrid sin contaminación
El Paseo de la Castellana de Madrid, sin coches. / EFE

Las estaciones que miden el NO2 en todo el territorio madrileño se basan en dos parámetros. El primero es que ninguna de ellas pase de los 40 microgramos de este compuesto de media anual (valor medio anual) y que tampoco sobrepasen los 200 microgramos cúbicos más 18 horas en todo el año (valor medio horario). Según el último informe de Ecologistas en Acción, los datos de polución son los más bajos de la década en toda España, al haberse reducido esta un 55%. En el caso de Madrid alcanza hasta el 56%. Ciudad que, si se compara el tramo del 13 al 31 de marzo de este año con las mismas fechas de 2019, la media de las estaciones marca ahora 16 microgramos cuando hace 12 meses estaba en 36.

El Ayuntamiento que gobiernan PP y Ciudadanos en coalición sostiene que no van a producirse más restricciones de las que ya se planteaban en Madrid Central y que continúan en la nueva estrategia, bautizada como Madrid 360. Aunque el consistorio admite que es obvio que se tendrá en cuenta la 'herencia' del estado de alarma, señalan que el programa previsto para afrontar esta problemática la solucionará en gran parte. Unas medidas que pasan por no ampliar el radio ya establecido por el anterior equipo de Manuela Carmena e ir aumentando las restricciones a los vehículos contaminantes durante los próximos años hasta impedirles la entrada por completo. Por tanto, no está sobre la mesa que se extienda a otros distritos una política similar. Incluso con la buena situación que habrá tras la cuarentena. 

En lo que respecta al gobierno autonómico, la Consejería de Medio Ambiente quiere seguir por el momento con la Estrategia regional para la mitigación y adaptación al cambio climático. Este plan está pensado para el periodo entre 2021 y 2030, y la previsión es prolongarlo hasta 2050, y es una guía que cuenta con las recomendaciones del Acuerdo de París y de la Comisión Europea. El fin, como es evidente, es "reducir las emisiones y alcanzar la eficiencia energética", según explica el director general de Sostenibilidad y Cambio Climático, Jaime Sánchez. Pero no ha habido una discusión en el seno del Ejecutivo de coalición entre PP y Cs para abordar posibles cambios por esta "situación de excepcionalidad en la que estamos confinados y con una restricción de movilidad casi total". 

Los que piden aprovechar la 'herencia'

Pero desde el mundo ecologista y políticos responsables de gestionar estas cuestiones creen que, cuando todo esto pase, hay que darse cuenta de que "restringir los coches es lo que sirve para acabar la contaminación". Así lo explica la diputada de Más País y exresponsable de Medio Ambiente en el Ayuntamiento madrileño Inés Sabanés, que fue quien abanderó y aplicó Madrid Central hace ya casi dos años. Según explica, estas políticas del equipo de gobierno de Carmena ya se notaban antes del Estado de Alarma, debido a que "ninguna estación superaba los 200 microgramos durante 18 horas". Por tanto, el confinamiento "corrobora que hay que restringir más los coches y apostar por el transporte público". "Apelo a que esta situación sirva para sacar conclusiones. Que se siga el camino de las restricciones", dice la parlamentaria. 

Este camino es el que permitiría a Madrid cumplir con las directivas europeas y evitar las multas por las que está amenaza desde hace años, según Sabanés. Aunque también avisa de que si no se aprovecha el plano que deje la Alarma hay riesgo de que se pierda esta ventaja inesperada. "Algo puntual no consolida una tendencia. Hay riesgo de que haya un rebrote", señala. Plantear que haya un punto de inflexión es lo que también recomienda Juan Bárcena, de Ecologistas en Acción, que insta a repensar el modelo de desplazamiento de la ciudad cuando todo se normalice. "Hay que organizar a la sociedad de manera que necesitemos menos tráfico", recomienda Bárcena, que avisa de que estos datos de ahora pueden empeorar "en el último trimestre o a principios del próximo año". 

En el consistorio no lo ven tan claro, al recordar que "no es viable que se vaya a reducir el tráfico de vehículos un 75% y casi un 93% el de los autobuses de la empresa municipal". "Cuando se recobre la normalidad se verá, pero lo planteado en Madrid 360 ya nos va a ayudar mucho", apuntan las fuentes municipales consultadas. 

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