"La descoordinación es absoluta"

Sanidad 'llama a filas' a los estudiantes de Medicina pese al reparo de los decanos

Facultad de Medicina UCM
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La Universidad y el Ministerio de Sanidad no acaban de ponerse de acuerdo sobre cómo armar ese 'fichaje' de estudiantes -en último año de Medicina y Enfermería-, que el Ejecutivo lanzó sin preguntar, cogiendo por sorpresa a los decanos. Los universitarios de último año respondieron prestos a la llamada de la cartera de Salvador Illa, conscientes de que, con más de 3.000 sanitarios fuera de juego por el Covid-19, era el sistema el que estaba a punto de ingresar en la UCI. Desde las universidades llamaron a la calma, instando a sus alumnos a la precaución pues, en un primer momento, el documento institucional no entraba en pormenores como qué funciones desempeñarían estos estudiantes o qué régimen contractual los ampararía, frente a una posible negligencia o a un más que posible contagio. A día de hoy, los estudiantes siguen sin tener claro cuál debe ser su siguiente paso.

"Hay una falta de coordinación brutal", confiesa a La Información una estudiante de la Universidad de Alcalá que cursa su último año de Medicina. Varios alumnos relatan que la convocatoria les llegó a través de una circular de WhatsApp, donde podían apuntarse como "voluntarios" para desarrollar ciertas funciones en los centros donde se precisase su intervención. "A decir verdad, no se muy bien cómo se ha armado esto", trasladaba a este diario una estudiante de la Universidad Rey Juan Carlos, "Al principio fue un poco desconcertante, no sabíamos a para qué nos querían ni en qué condiciones"

El pasado 15 de marzo, al amparo del estado de alarma, el Ejecutivo puso sobre la mesa la posibilidad de incorporar a las exiguas plantillas de los hospitales. Todo lo demás, quedaba en manos de las autonomías. "Las autoridades sanitarias de las CCAA podrán suscribir contratos laborales de duración determinada, de auxilio sanitario, destinado a estudiantes del grado de medicina y enfermería en su último año de formación". La orden ministerial solo señalaba que, en caso de suscribirse, el contrato "deberá indicar que se desarrolla en calidad de apoyo y bajo supervisión de un profesional sanitario". Sin más garantías.

La Comunidad de Madrid no tardó en acogerse a la orden ministerial y activó el llamamiento a los universitarios que cumpliesen el único requisito: estar en el último año de carrera. Estos, entrarían a trabajar en las condiciones salariales que lo haría un MIR -aquellos que ya han aprobado este examen y pasan a funcionar como residentes- de primer año. Por el momento, ni la Consejería ni el Ministerio han aportado más información a este diario, aunque todo apunta a que los primeros centros en los que se requerirá la presencia de estos nuevos miembros de la plantilla serán los dos hoteles medicalizados que, a día de hoy, existen en la región: el Ayre Gran Hotel Colón y el Marriott Auditorium. Se espera que otros cinco se sumen a la lista. 

Desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), apuntan a que "respaldan cualquier medida adoptada por el Gobierno central en el marco del estado de alarma", pero inciden en la necesidad de proteger al estudiante: "Es importante que se respete lo estipulado en el BOE". Esto es, labores no asistenciales para los estudiantes de Medicina y Enfermería que, si se sigue la hoja de ruta prevista por la cartera de Illa, se limitarán a funciones administrativas destinadas a descongestionar a la plantilla hospitalaria.

Trabajadores del entorno hospitalario tampoco terminan de ver esta medida. Varios MIR de último año de residencia -los que llevan entre cinco y seis años en la primera línea de la asistencia sanitaria-, aseguran que incorporar a estudiantes que aún no han acabado la carrera, más que aliviar la carga del hospital, la incrementaría. Juanjo, residente de quinto año (R5) de Oncología en el Ramón y Cajal, trasladaba a La Información que el problema de los universitarios es que todavía no han iniciado una formación práctica como tal: "La medida demuestra que quién la ha redactado no entiende cómo funciona la profesión", zanja. En base a su propia experiencia, Juanjo asegura que "cuando sales de la carrera no sabes enfrentarte al día a día de un centro", por lo que este afirma que "más que aliviar carga de trabajo, creo que retrasarían al hospital".

¿Qué pasa con las estudiantes de Enfermería?

La situación para las estudiantes de Enfermería es más compleja. Aunque el BOE deja claro que el contrato se desarrollará bajo la tutela de un profesional y sin trato directo con el paciente, esto no es fácil de controlar en un entorno hospitalario que más se asemeja a un escenario de guerra que de UCI. Frente a las limitaciones funcionales que mantiene el BOE, la realidad de los hospitales madrileños a día de hoy, contempla multitud de variantes difíciles de controlar, que fácilmente podrían dinamitar cualquier previsión. 

Eva García Perea, directora del departamento de Enfermería de la UAM, trasladaba a La Información una cuestión básica: "Si un estudiante tuviera que hacer labores asistenciales será casi imposible diferenciarla de una enfermera con un EPI puesto". En este escenario, cabe plantear la opción de adelantar la titulación de aquellas estudiantes del grado que, con las asignaturas aprobadas y el TFG presentado, se presten voluntarias para incorporarse al mundo profesional. Esta última medida ya ha sido activada en países como Italia, duramente golpeados por la pandemia. 

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