"No sabemos qué hacer"

El coronavirus sacude las residencias de mayores: bajo mínimos y sin protocolo

Residencia La Paz
Residencia La Paz
Europa Press

El desembarco del coronavirus en los centros de mayores podría dar un peligroso giro al escenario de contención que vive España. Este jueves, una decena de personas han dado positivo en Covid-19 en la residencia para mayores La Paz, en Madrid. Entre casi una decena de afectados solo uno de ellos, una sanitaria, 'esquiva' el perfil de máximo riesgo de la epidemia. "Sabíamos que el virus estaba por ahí pero aún no sabemos qué podemos hacer", lamenta María Ángeles, directora de una residencia de mayores de la Comunidad de Madrid. Desde la Consejería aseguran que se han activado medidas para contener el brote en este tipo de centros, pero la directora y otras trabajadoras del sector consultadas por La Información aseguran que las autoridades sanitarias todavía no se han puesto en contacto con ellos.

La anciana de 99 años que falleció en Madrid el martes con positivo por coronavirus era una interna de la residencia de mayores de La Paz. La edad media de los residentes del primer centro golpeado por el brote ronda los ochenta años. La Consejería de Sanidad facilitó unos datos que tuvo que corregir poco después. En principio habló de una quincena de pacientes bajo sospecha de los que once habrían dado positivo. Finalmente han sido diez casos: la fallecida, ocho usuarios y una auxiliar de enfermería. Todos permanecen aislados en la residencia.

En las últimas horas, varias personas han ido entrando en el edificio, por goteo. Uno de los residentes duda de las medidas que se están tomando: "No sé si hoy han hecho pruebas". Va sin mascarilla y asegura que ayer se personaron inspectores en las instalaciones. Mientras, una fuente cercana a la familia de la mujer fallecida el martes, asegura a La Información que a la hija de la fallecida de 99 años "todavía nadie le ha realizado las pruebas del coronavirus", informa desde la puerta del centro Teresa Corral.

El protocolo no 'cuaja' en la plantilla de los centros

La Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS), que ha notificado el caso de La Paz, anunciaban que tras estos contagios "se va a evitar la masificación en los centros y la combinación de personal de diferentes áreas".  Ante la posibilidad de que se produzca el aislamiento de parte de la plantilla, las mayores damnificadas serían las residencias de titularidad privada. "Los centros que se salen del Sistema Nacional de Salud no pasan todas las inspecciones que deberían", aseguran desde la Asociación de Vecinos de Collado Villalba. El organismo lleva meses denunciando las limitaciones de muchos de los centros de la región. Y no ocurre solo en su comunidad. Fuentes de una residencia de Castilla y León aseguran que, para un centenar de residentes cuentan con una sola enfermera, "y hace unos meses pasamos un periodo sin tener ninguna". 

 La residencia de María Ángeles tiene apenas 27 residentes y una enfermera. Cuando empezaron a sonar los tambores de la epidemia -"me parece que desde China"- hicieron acopio de mascarillas: "Incluso le dimos a uno de los abuelos un par para su viaje a Alicante... por si acaso". Ahora, desde AMAS han anunciado que se ha dotado de material a la residencia afectada y se ha reforzado la plantilla en tres turnos. Pero los protocolos siguen sin quedar claros. La asistente social de otro centro madrileño no tiene claras las directrices: "Creo que si se produce algún caso en nuestro centro la plantilla se reforzaría con el personal del centro de salud de al lado... ¿no?".

El Círculo Empresarial de Atención a la Dependencia (CEAPS) no ha tardado en reaccionar. El organismo afirma que ya han implantado medidas preventivas contra el coronavirus, entre ellas, la distribución de un protocolo a seguir en sus residencias y centros de día. Hasta cinco asistentes sociales de instituciones privadas de varios puntos de España discrepan. "Apenas tenemos mascarillas, como aún no tenemos ningún caso tampoco pensamos que fuese necesario", comentaban desde la dirección de otro centro madrileño que prefiere no dar su nombre. 

La Consejería de Políticas Sociales aceleró tras el anuncio de los primeros casos en un centro de ancianos y anunciaba una batería de medidas. "Las residencias habilitarán zonas de aislamiento y procurarán que personas con síntomas no utilicen las zonas comunes, como el comedor". La estrategia era aún más ambiciosa y aseguraba que: "Se van  a cerrar los centros de mayores no residenciales, para evitar contagios".

Poco después, desde la misma cartera se desdecían y aseguraban que tales medidas eran solo un borrador que se había filtrado. Entre 'dimes y diretes', el protocolo sigue sin bajar al terreno de juego. Los auxiliares no acaban de tener claro cuándo activar las medidas de seguridad y los directivos se preguntan hasta qué punto es proporcional un aislamiento preventivo. La respuesta de la consejería se desinfla mientras las direcciones de los centros se debaten entre cortar el grifo de las visitas o "empezar a tomar la temperatura a todos los familiares". 

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