La predisposición de un buen número de policías nacionales 'en reserva' para reincorporarse al servicio por la pandemia de coronavirus no está viéndose correspondida por el Ministerio del Interior. Los agentes que se encuentran en esa situación de 'segunda actividad', que es la que permite realizar otras tareas o prejubilarse a cambio de perder parte del sueldo, y solicitan volver a integrarse en el servicio activo están siendo rechazados por los responsables del cuerpo, según ha podido saber La Información de fuentes policiales. Una negativa que, aunque responde en parte a motivos económicos, también se explica con la edad de la mayoría este grupo de miembros del Cuerpo.
Según fuentes policiales, un gran número de policías ya ha anunciado a sus mandos que está dispuesto a abandonar la segunda actividad para incorporarse a la labor diaria de sus compañeros. Funciones que, además de las ya habituales de patrullar o atender a los ciudadanos, pasan por supervisar que la ciudadanía cumple con las restricciones que impone el estado de alarma y sancionar al que no lo haga. También estarían encargados de realizar la vigilancia de fronteras desde el cierre decretado por el Ejecutivo central. Pero, a pesar de las quejas de distintos sindicatos de falta de medios y personal, el departamento de Fernando Grande-Marlaska rechaza a la mayoría, insisten las mismas fuentes.
En esta suerte de 'reserva' similar a la de las Fuerzas Armadas hay en torno a 8.000 agentes, que pueden integrarse en esta fórmula a partir de los 55 años si es de manera forzosa o a partir de los 58 si cursan dicha petición. Para que se obligue a uno de ellos a dejar el servicio activo se tiene que demostrar una "insuficiencia de las actividad psicofísicas" para llevar a cabo las tareas policiales. Es decir, que un tribunal médico decida que ya no es apto para estar en la calle. Mientras tanto, estarán a disposición del ministro para desarrollar otras funciones hasta alcanzar la edad de jubilación.
La situación sanitaria de una parte de estos miles de profesionales es la que motiva que no se esté contando con ellos para echar una mano contra el Covid-19. Una gran parte de estos prejubilados están cerca de las edades que aglutinan a los grupos de riesgo, al superar en muchos casos los 60 años. Por eso, fuentes consultadas por esta redacción señalan que, si el motivo final es este, la Dirección General de la Policía está tomando una decisión adecuada. "Está muy bien que tengan eso en cuenta", añaden las mismas fuentes. Aunque no tienen claro que las negativas que se están registrando solo tengan que ver con una cuestión de la salud de esos agentes.
El otro factor al que apuntan quienes conocen esta problemática con los policías en segunda actividad es el económico. Si un agente deja atrás la prejubilación y pasa a formar parte del servicio con todo lo que eso conlleva, debe tener la misma remuneración que los agentes que se mantienen en activo. Es decir, habría que pagarle más, ya que en la actualidad perciben en torno a 1.300 y 1.400 euros al mes, mientras que quienes siguen en activo sin ninguna situación especial pueden llegar a alcanzar los 2.000 euros tras la subida salarial motivada por la equiparación en marcha de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Medida que fue asumida tanto por el Gobierno de Mariano Rajoy como por el de Pedro Sánchez.
Dichos miembros del cuerpo 'en reserva' ya tuvieron problemas para volver a sus puestos después de producirse esa equiparación con otras policías, sobre todo las autonómicas. A pesar de que en el acuerdo estaba previsto un fondo de 300 millones de euros para facilitar las reincorporaciones de este personal, Interior aceptó a muy pocos de ellos. Lo que, como señalaron sindicatos policiales en su momento, habría permitido que estos agentes liberaran a otros más jóvenes para que estos últimos realizaran tareas operativas.
Descontento con Marlaska
Entre los sindicatos que representan a las Fuerzas de Seguridad no solo hay dudas por la decisión de Interior sobre la segunda actividad. También hay un gran enfado con el ministerio y Fernando Grande-Marlaska por las condiciones en las que trabajan los policías en medio de la pandemia. Un enfado que ha aumentado tras las palabras del ministros asegurando que el cuerpo dispone de los Equipos de Protección Individual (EPIs) necesarios, algo inaceptable para organizaciones como Jupol.
Pero lo que ha disparado el rechazo a la gestión del titular de Interior es su respuesta a la pregunta sobre la denuncia que prevén presentar distintas asociaciones contra él por homicidio imprudente por no dotar de medios a los policías en las calles. Según Marlaska, la Policía tiene un "plus de riesgo" por estar "primera línea después del personal sanitario en la lucha contra el virus". "Es vergonzoso y una tomadura de pelo. Somos riesgo bajo en el protocolo, y hoy sale diciendo como excusa que somos de alto riesgo", aseguran desde el sindicato Jupol.
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