Tras semanas de tregua por el Covid-19

Casado pasa al ataque para no perder su papel de oposición cuando afloje la crisis

Pablo Casado, líder del PP
Pablo Casado, líder del PP
EUROPA PRESS

Fin a la tregua. El avance del coronavirus y las últimas medidas económicas del Gobierno para promover que la mayoría de la población permanezca en sus casas ha hecho saltar por los aires el consenso político que había hasta el momento. A pesar de que Vox ya llevaba semanas lanzando duras críticas a Pedro Sánchez por su gestión, la puntilla a esta situación de respaldo al Ejecutivo en un momento crítico la ha dado el PP. A través de su líder, Pablo Casado, los 'populares' han anunciado que pasan al ataque en pleno Estado de Alarma. Un rechazo que pretenden escenificar votando en el Congreso contra los últimos decretos aprobados por el gabinete del presidente. Y que se encuadra dentro de una estrategia política que ya piensa en el 'día después' de la pandemia. 

Según fuentes del partido consultadas por La Información, entre los 'populares' se estima que, aunque el Gobierno no lo está haciendo bien, las cifras pueden acabar dándole la razón. Es decir, que su gestión acabe siendo respaldada por los datos de los que ha ido dando cuenta Fernando Simón, el alto cargo del Ministerio de Sanidad designado portavoz de la gestión del virus por Sánchez. Por tanto, hay ciertos recelos a que una mejora de la situación se traduzca en que la coalición de PSOE y Unidas Podemos coja impulso político. Lo que ha motivado que en la sede de la madrileña calle Génova prefieren actuar antes de que esto ocurra. "La idea es mantener el espacio como oposición cuando todo esto pase", señalan las mismas fuentes.

Tras una contestación casi diaria y de oposición total a todo lo que hiciera el Ejecutivo de coalición, Casado dejó atrás la confrontación para anunciar que el PP respaldaría todo lo que tuviera que ver con el Estado de Alarma. Así lo demostró en la cámara baja, cuando su partido respaldó todas las propuestas del Consejo de Ministros que se sometían a votación. Pero eso no significó que dejara atrás sus críticas, ya que también lanzó duras acusaciones contra Sánchez. La más severa fue la de que había "dejado a su suerte" al personal sanitario que luchaba contra el Covid-19 en los hospitales y los centros de salud. Pero eso no supuso que le retirara su apoyo. Lo que sí ha ocurrido con la clausura de la actividad económica que en estos momentos no es considerada necesaria.

Este nuevo escenario sitúa a Casado junto a sus 'barones' autonómicos más críticos con Moncloa. El ejemplo más claro es el de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha confrontado en todo momento con el Ministerio de Sanidad y con Sánchez en particular desde antes de que comenzara el Estado de Alarma. Aunque las palabras del líder de la oposición contra el también jefe de los socialistas son mucho menos duras de las que ha ido lanzando Ayuso, que ha tenido conflictos de todo tipo en las últimas semanas. De hecho, el responsable del PP ofrece desde el verano del pasado año un perfil mucho más moderado y alejado de las polémicas. 

El cierre económico de fondo

La nueva actitud de Casado coincide con la decisión de Sánchez de cerrar toda la actividad económica no esencial, ofreciendo como contraprestación el permiso retribuido recuperable. Esta medida, que permite a los trabajadores quedarse en casa manteniendo su sueldo y a las empresas recuperar esas horas que sus empleados no ejerzan, es el principal argumento público de Casado para iniciar esta nueva ofensiva contra Sánchez. Todo porque, según ha asegurado, no se ha consultado con él una medida que considera nociva para los empresarios. "Así, no", ha enfatizado, para añadir que "esto no es sensato".

"Cuando llegan decretos como un trágala, sin hablarlos antes, nosotros no podemos seguir remando en la misma dirección que el Gobierno si nos lleva al precipicio", ha argumentado el líder de los conservadores para defender su postura. Un parecer que contrasta con el que mostró tan solo días atrás, cuando mantenía ese respaldo a Sánchez, y donde abogaba abiertamente por abordar ese cierre económico que ahora se ha llevado a cabo. Algo que hizo tras la petición del presidente de Murcia, Fernando López Miras, de imponer más restricciones. Entonces, Casado señaló que "prefiero que pequemos en exceso" para tomar así decisiones mucho más duras que impidieran aún más el movimiento de personas.

Pero lo que ha pesado más en su giro, según el jefe de filas del PP, son las "mentiras y la "deslealtad" del Ejecutivo con su partido. Algo que explica con la falta de interlocución entre Moncloa y la sede de Génova, o la descoordinación de la primera con las comunidades autónomas, muchas de ellas gobernadas por su partido. A lo que suma que, a su juicio, se estén asumiendo cada vez más las tesis de Podemos. Un partido que, según Casado, "quiere acabar con la seguridad jurídica". Que es lo que, según su parecer, es lo que está haciendo Sánchez con este cierre económico. 

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