La incidencia de los casos de coronavirus dentro de las prisiones españolas empieza a dispararse. En la cárcel de Teruel a día de hoy se han contabilizado hasta 133 casos entre los reclusos -el 70%- y 10 trabajadores contagiados. No es la única. La semana pasada desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se alertaba de que los casos de la Covid-19 estaban aumentando en las prisiones, con más de 600 positivos y 1.300 internos en cuarentena, "el peor registro desde que comenzó la pandemia".
Según datos recopilados por CSIF, a 27 de enero se registran 611 casos positivos (274 trabajadores y 337 internos) y 1.354 en cuarentena (1.038 presos y 316 funcionarios) en centros penitenciarios toda España. La peor situación, según el sindicato, se da en la cárcel de Picassent (Valencia), donde hay 133 reclusos y 16 trabajadores positivos y 473 casos en cuarentena, sobre una población de 1.900, pero también en centros de Teruel, Palencia, Murcia, Lleida, León, Asturias, Cádiz, Granada o Sevilla.
El Ejército de Tierra se ha desplegado este lunes en la cárcel de Teruel para desinfectar las instalaciones después de un brote de covid-19 que ha afectado a 10 trabajadores y 133 reclusos, más del 70% del total de los internos, que suman 185. Según Instituciones Penitenciarias, tras detectarse el brote a principios de la semana pasada se realizaron pruebas PCR a todos los reclusos, de los que 133 dieron positivo, al igual que nueve funcionarios de prisiones y un trabajador del personal laboral, del total de 180 empleados del centro. Las mismas fuentes han asegurado que no hay ningún caso grave ni hospitalizado y que la mayoría de ellos han sido asintomáticos o con sintomatología leve, aunque el centro penitenciario se encuentra en cuarentena y se desconoce cómo ha comenzado este brote entre los internos.
La situación en los centros valencianos no es mucho mejor. El pasado día 29 se conocía que los positivos entre los presos se doblaron en los últimos quince días hasta alcanzar los 573 casos activos de Covid-19, confirmando la tendencia alcista desde la vuelta de las Navidades, según datos actualizados por Instituciones Penitenciarias consultados por Europa Press. No obstante, casi el 90% de los positivos son asintomáticos.
CSIF recuerda que en las prisiones conviven personas con sistemas inmunitarios muy debilitados, con mayor riesgo de enfermar gravemente por el virus, y que, además, son espacios cerrados donde se vive en condiciones de proximidad por periodos prolongados de tiempo, por lo que el riesgo de contagio es más alto que el de la población general.
Por ello, este sindicato, el más representativo en las administraciones públicas y mayoritario en la mesa de negociación del Ministerio del Interior, exige priorizar la vacunación a los funcionarios por ser personal esencial, así como la realización de cribados preventivos y la suspensión inmediata de las comunicaciones de presos con personal externo.
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