Pekín, 23 ago.- El cortometraje del español Sergio Oksman "Una historia para los Modlin", que encierra infinitas películas al estilo de una "matrioska" rusa, inauguró el festival de documentales de España y México que se celebra desde hoy en la capital china.
"Es como la clásica muñeca, las historias se destapan las unas a las otras", explicó hoy durante la apertura del festival el director de "Documenta Madrid", Antonio Delgado, encargado de seleccionar las ocho películas españolas (cuatro de ellas de Oksman) que se proyectarán hasta el día 2 en Pekín, junto a ocho mexicanas.
Y es que la primera historia de la cinta se encuentra en el propio origen de su rodaje, cuando un amigo dio al director hispano-brasileño las imágenes anónimas de un matrimonio y su hijo que había encontrado en una papelera en Madrid.
"Hacer un documental no es un proceso periodístico, requiere de imaginación", cuenta a Efe el director antes de la proyección de su obra, de la que hizo 30 versiones hasta decidirse por una.
También lejos de convenciones está el otro film de la jornada, "Silvestre Pantaleón", del mexicano Roberto Olivares.
La película de Olivares narra con dureza la lucha de un anciano de la etnia nahua de San Agustín Oapan (México) para reunir el dinero necesario para pagar una ceremonia de curación, conocida como "levantamiento de sombra".
Las dos cintas despertaron hoy el interés del público chino, que tendrá diez días más para acercarse a la cultura española y mexicana de la mano de otras catorce producciones.
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