Crimen de los tirantes: Víctor fue atacado por la espalda sin posibilidad de defensa

Hermano de Víctor Laínez
Hermano de Víctor Laínez
EFE

Juicio del crimen de los tirantes por la muerte de Víctor Laínez. Llega el turno de los forenses y no han dado un buen día Rodrigo Lanza, que con 35 años se enfrenta a 25 años de cárcel por un posible crimen de odio.  Su abogado ha solicitado no mostrar las imágenes que mostrarían un rostro completamente destrozado y cuyas lesiones no encajarían con su teoría de que solo recibió un golpe y murió por la caída. Pero el informe de la autopsia lejos de confirmar esta versión, habla de que la víctima no pudo defenderse, y así lo demotraría la ausencia de heridas en sus manos. Así, los forenses que realizaron la autopsia al fallecido en diciembre de 2017 en un bar de Zaragoza han asegurado ante el tribunal del jurado que juzga al conocido antisistema que la víctima fue atacada por la espalda y que no tuvo la oportunidad de defenderse.

Así lo han asegurado a Efe fuentes judiciales tras conseguir el representante legal del acusado, Endika Zulueta, que la explicación de la autopsia se llevara a cabo a puerta cerrada, a pesar de la oposición de la fiscalía, de la acusación particular, Juan Carlos Macarrón, y de la acción popular en nombre de Vox.

El director del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), José Manuel Arredondo, ha asegurado, previamente, que las imágenes que se iban a exhibir no se habían realizado con el cuerpo de la víctima sino con un maniquí a fin de que el jurado no pudiera verse afectado con imágenes reales, aunque la petición de las acusaciones ha sido finalmente rechazada por los jurados.

La autopsia, de acuerdo con la manifestación de testigos como el dueño del bar "El tocadiscos", donde tuvo lugar el crimen, señala que Laínez fue golpeado de forma violenta por la espalda, posiblemente con la ayuda de algún objeto contundente, y descarta que la herida mortal fuera debida a un golpe relacionado con la caída.

Los expertos concluyeron que las graves lesiones que presentaba la víctima en cara y cabeza, que le causaron graves deformidades, son compatibles con el testimonio de los testigos que aseguraron que Lanza golpeó y dio patadas a Laínez en su cara cuando yacía inconsciente en el suelo.

Apreciaron, asimismo, que no se observaban ni en las manos ni en los brazos de la víctima lesiones que pudieran apuntar a que hubiera tratado de defenderse del ataque, y que la muerte fue debida a un severo traumatismo craneoencefálico con parada cardiorespiratoria debido a una fuerte contusión. Destacaron, además, en su informe que las lesiones que presentaba Laínez en tórax y abdomen podrían haber sido causados con un objeto duro y romo de forma circular.

Posteriormente ha comparecido una integrante del equipo de Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Aragón para explicar que el cuerpo de la víctima se hallaba lejos de la puerta del bar, versión que contradice la de Lanza al afirmar que tuvo lugar a la entrada del local, y que no se halló la navaja con la que supuestamente habría sido amenazado Lanza.

Además, durante la vista ha declarado un psicólogo contratado por la madre del acusado para que realizara un seguimiento de su estado en prisión, quien se ha referido a su paciente como una persona "pacífica y tranquila" a la que había sido aplicada una medida de aislamiento que, ha resaltado, "nadie entiende".

Este comentario ha sido cuestionado por el letrado de la familia de la víctima, el abogado Juan Carlos Macarrón, quien ha recordado que el régimen de aislamiento fue acordado para su protección por la Junta de Tratamiento de la cárcel de Zuera.

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