Cruz Roja cree a acabar con el ébola es un problema de toda la humanidad

  • La jefa médica de Cruz Roja en Sierra Leona, Manuela Cabero, ha afirmado hoy que el "terrible" brote de la enfermedad del ébola "supera" la capacidad de los estados africanos para hacerle frente y pasa a ser un "problema" de toda la humanidad, que lo resolvería "con cuatro cuartos".

Oviedo, 2 oct.- La jefa médica de Cruz Roja en Sierra Leona, Manuela Cabero, ha afirmado hoy que el "terrible" brote de la enfermedad del ébola "supera" la capacidad de los estados africanos para hacerle frente y pasa a ser un "problema" de toda la humanidad, que lo resolvería "con cuatro cuartos".

La doctora, que ha estado más de un mes trabajando en la localidad de Kenema, ha criticado el "alarmismo" existente en la sociedad mundial en este asunto, que está más preocupada porque la enfermedad pueda producirse en sus cercanías que en solucionar el problema.

"Les tendría que caer la cara de vergüenza por no cortar esta situación que puede suponer que se produzcan 20.000 muertes por esta enfermedad", ha subrayado en rueda de prensa Cabero, también vicepresidenta de Cruz Roja de España.

Ha apuntado que esta inquietud nace en España debido a las muertes de dos españoles que la contrajeron y ha censurado el "gran alarmismo existente en muchos medios de comunicación, sobre todo en los de Estados Unidos, que tienen miedo a que el ébola se extienda por sus países".

"Sería rarísimo un brote de ébola aquí de las características que tiene el que hay en África", ha subrayado Cabero, que ya ha comunicado su disponibilidad a la dirección de la ONG para volver a Sierra Leona, donde el ébola presenta una mortalidad en el 65 por ciento de los casos.

La doctora leonesa ha formado parte del dispositivo organizado por Cruz Roja Internacional para atender esta epidemia, que acabó por decidir la construcción de un nuevo centro en Kenama para poder atender a los enfermos tras comprobar las malas condiciones en las que se trabajaba en el hospital de la ciudad, con un alto índice de mortalidad entre los sanitarios.

Por ello, en menos de un mes el equipo de la Cruz Roja perteneciente a la organización en España construyó un nuevo centro hospitalario con las medidas de seguridad pertinentes y que se dividió en dos zonas aisladas entre sí, de bajo y alto riesgo de contagio.

Los sanitarios que entran en la zona de mayor riesgo han de portar un traje de "buzo" que les hace trabajar en unas condiciones muy difíciles, hasta perder en algunos casos hasta el 3 por ciento de su peso corporal, y que debe ser retirado tras una hora con medidas excepcionales para evitar el contagio.

"Un sanitario podía utilizar veinte de estos trajes desechables en dos días", ha recalcado Cabero, que ha comparecido en rueda de prensa junto al delegado del equipo de telecomunicaciones de Cruz Roja Española en Sierra Leona, José Luis García.

El técnico ovetense ha resaltado la dificultad que encontraron para poder comunicar por medios modernos con los sanitarios que estaban en la zona de alto riesgo de contagio.

Al final, ha explicado, los de fuera alertan a los sanitarios con una campanilla y se comunican con una pizarra, mientras que los del interior dictan a los de fuera los datos que recogen de la situación de los enfermos, ya que ni siquiera una papel puede salir de la zona de peligro.

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