Lluvias de barro y cielo naranja: ¿cuánto tardará en irse la calima de España?

La 'borrasca Celia' ha traído a España en las últimas horas una lluvia de barro que ha dejado imágenes poco frecuentes en la península. Este martes, muchos ciudadanos se han levantado asombrados por el color anaranjado del cielo y por la cantidad de tierra que se han encontrado en el suelo de la calle y en los capotes de los coches que estaban aparcados fuera. 

Esta situación meteorológica se conoce científicamente como calima y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) la define como una "suspensión en la atmósfera de partículas sólidas, no acuosas, extremadamente pequeñas, invisibles al ojo humano, pero lo suficientemente numerosas para darle al cielo una apariencia opalescente". El pasado domingo, la Agencia alertó de la entrada de polvo africano por las Islas Baleares, que rápidamente se extendería por toda la península, reduciendo la visibilidad en las zonas afectadas y provocando lluvias de barro en las áreas de precipitación. 

Según las estimaciones de la AEMET, "a partir del miércoles es probable que la borrasca comience a debilitarse a medida que se desplaza hacia el este", pero esto no supondrá el fin de este fenómeno. La agencia ha advertido que, a partir de este día, las nuevas localizaciones podrían "favorecer la llegada de aire húmedo del Mediterráneo, que desplazaría a la masa africana más seca y con polvo en suspensión, dando lugar a precipitaciones abundante en el área mediterránea peninsular y baleares". Esto provocará un empeoramiento de la calidad del aire que respiramos. 

Efectos sobre la salud

Según la información publicada en eltiempo.es, los efectos de la calima tienen dos componentes: uno directo y otro indirecto. Explican que las partículas PM10 (aquellas sólidas o líquidas de polvo, cenizas u hollín, entre otras), "entran a nuestro organismo a través de las vías respiratorias, alcanzando directamente al pulmón y, en consecuencia, al riego sanguíneo".

En lo referido a los principales síntomas, los efectos que pueden aparecer son los relacionados con problemas respiratorios e irritación de las mucosas como la obstrucción nasal, el picor en los ojos y la tos continua. En los peores casos, puede llegar a provocar broncoespasmos, dolor torácico y asma. Además de esto, el componente indirecto se relaciona con la reducción de la visibilidad, pudiendo afectar a los accidentes de tráfico y otros problemas derivados de la visión reducida. 

Para reducir los efectos sobre la salud, los expertos recomiendas "seguir las predicciones meteorológicas e informar de forma rápida y con la suficiente antelación a la población de riesgo y susceptible a sufrir sus efectos". Entre los consejos más importantes destacan "mantener las ventanas cerradas, usar mascarillas si tenemos que salir al exterior, evitar el ejercicio al aire libre e ingerir abundantes líquidos, en especial niños y ancianos, para evitar la deshidratación".