Los países industrializados deben "detener los intentos por reescribir la Convención alterando sus objetivos de principio", declaró la ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya, ante el plenario de la conferencia que 195 países celebran en Le Bourget, en las afueras de París.
"Las naciones industrializadas no pueden seguir evadiendo sus compromisos históricos con la financiación climática", agregó, considerando que el aporte ya aprobado de un fondo de 100.000 millones de dólares anuales para ayudar en medidas de mitigación y adaptación de los países más afectados por el cambio climático debe constituir un monto "mínimo".
En estas negociaciones, que se iniciaron la semana pasada a nivel de delegaciones, "los países en desarrollo mostraron flexibilidad y vocación de consenso, que no siempre fueron reciprocadas por las naciones industrializadas", señaló Pérez Montoya.
Las discusiones se proponen adoptar medidas para limitar el aumento de la temperatura global a un máximo de 2º respecto a la era preindustrial.
La Declaración de Rio de Janeiro estableció en 1992 que "los Estados tienen responsabilidades comunes pero diferenciadas" en la lucha contra el cambio climático de origen humano, provocado por emisiones de gases de efecto invernadero resultantes de la actividad industrial.
Pero en los países occidentales se alega que desde esa fecha la situación ha cambiado, dado que grandes países emergentes, como China, se hallan hoy en día entre los grandes contaminadores del planeta.
La ministra cubana se declaró "optimista" sobre el resultado de las negociaciones de París, pero pidió "voluntad política" para superar los obstáculos. El éxito no se alcanzará "espontáneamente", advirtió.
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