Damasco impide a los observadores de la ONU evaluar la masacre de Al Qubeir

  • Los observadores de la ONU desplegados en Siria no pudieron hoy acceder a la aldea de Al Qubeir para evaluar la masacre cometida allí el miércoles, en la que murieron varias decenas de personas y que ha llevado a la oposición siria a convocar dos jornadas de luto.

El Cairo, 7 jun.- Los observadores de la ONU desplegados en Siria no pudieron hoy acceder a la aldea de Al Qubeir para evaluar la masacre cometida allí el miércoles, en la que murieron varias decenas de personas y que ha llevado a la oposición siria a convocar dos jornadas de luto.

El jefe de la misión, el general Robert Mood, afirmó en un comunicado que el Ejército sirio les impidió llegar a la zona de la matanza, de la que los grupos opositores acusaron a las fuerzas del régimen, que, por su parte, rechazó cualquier implicación en la misma.

Mood explicó que los observadores fueron bloqueados en varios puestos de control del Ejército y por grupos de civiles, y recibieron informaciones de residentes de que su seguridad estaba en peligro si entraban en Al Qubeir, situada en la provincia central de Hama.

"A pesar de estos riesgos, los observadores están trabajando para poder entrar en el pueblo", dijo el general, que expresó su preocupación por estas restricciones que les impide "observar, evaluar e informar" sobre lo que ha ocurrido.

Después de que les impidieran entrar en Al Qubeir, los expertos de la ONU se dirigieron a la cercana localidad de Morek y en el camino uno de los vehículos del convoy recibió un disparo.

Una fuente de la ONU informó a Efe de que no hubo víctimas por el ataque y que los observadores intentarán entrar mañana en la zona de la masacre.

Estas declaraciones contrastan con la versión de las autoridades sirias, que aseguraron, según una fuente oficial citada por la televisión, que los "cascos azules" entraron en Al Qubeir y que se les dio todas las facilidades.

En respuesta a este suceso, la principal agrupación opositora en el exilio, el Consejo Nacional Sirio (CNS), convocó hoy dos jornadas de duelo y agitación civil.

De acuerdo a este órgano opositor, ochenta civiles murieron, entre ellos, 22 menores y 20 mujeres, a manos de las fuerzas del régimen, mientras que treinta personas fueron secuestradas en esa localidad y se encuentran en paradero desconocido.

Todavía existe disparidad sobre la cifra de víctimas. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos la reduce a 49 y grupos como la Comisión General de la Revolución Siria y los Comités de Coordinación Local documentaron 78 fallecidos.

El consejero de comunicación del opositor Ejército Libre Sirio (ELS) dentro del país, Fahd al Masri, aseguró en un comunicado que sobre las 14.00 hora local de ayer (11.00 hora GMT) tres tanques se dirigieron a Al Qubeir, que tienen unas 25 viviendas, y la bombardearon.

Según Al Masri, una hora después varios coches y autobuses con "shabiha" (milicias progubernamentales) irrumpieron en la aldea y empezaron a ejecutar a sus residentes con cuchillos, entre ellos a 35 miembros de la familia Al Yatim.

La activista de Hama Rasha al Hamaui explicó a Efe vía internet que los "shabiha", apoyados por el ejército, degollaron a decenas de personas y dispararon contra los civiles "a corta distancia".

"La nueva forma de asesinato utilizada es quemar a las personas vivas", denunció la activista, que señaló que la aldea está habitada por una mayoría suní, mientras que el presidente sirio, Bachar al Asad, pertenece a la minoría alauí.

La reacción del régimen ante estas acusaciones no se ha hecho esperar y anoche negó cualquier implicación en el ataque, del que culpó a "grupos terroristas armados", informó hoy la agencia de noticias oficial Sana.

Según la versión de Damasco, "un grupo terrorista armado cometió la matanza que causó la muerte de nueve personas, entre ellas mujeres y niños".

Tras la masacre, los habitantes de la zona pidieron ayuda de las autoridades, que se dirigieron a Al Qubeir, donde hubo enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y hombres armados, en los que fallecieron dos supuestos terroristas y dos efectivos de seguridad.

La matanza de Al Qubeir se suma a la perpetrada el pasado 25 de mayo en Hula, en la provincia centra del Homs, donde murieron más de un centenar de personas, y que ha provocado un aumento de la presión de la comunidad internacional sobre Damasco.

En una reunión hoy en Naciones Unidas, el secretario general, Ban Ki-moon, afirmó que el Gobierno de Al Asad "ha perdido toda la legitimidad", al tiempo que alertó de que el peligro de una guerra civil en Siria es "inminente y real".

Está previsto que el enviado especial para Siria, Kofi Annan, explique en esta cita sus nuevas propuestas para salvar su plan de paz, que estipula, entre otros puntos, un alto el fuego, en vigor desde el 12 de abril pero que no ha sido respetado por las partes.

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