El Cairo, 29 oct.- El régimen sirio pidió hoy al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que condene los últimos atentados "terroristas" registrados en el país durante la tregua decretada por la festividad musulmana del "Aid al Adha" (Fiesta del Sacrificio).
En un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias Sana, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores aseguró que "algunos países presentes en el Consejo de Seguridad han bloqueado la condena de los atentados sangrientos en Siria", lo que consideró como un "apoyo efectivo al terrorismo y a quienes lo cometen".
Damasco acusa a supuestos grupos terroristas -como denomina a los rebeldes- de estar detrás de varias explosiones con coche bomba registradas en la capital y otras zonas del país en los últimos días.
Además, les responsabiliza de violar el alto el fuego temporal que comenzó el pasado viernes a propuesta del mediador internacional Lajdar Brahimi y que acaba hoy marcado por la incesante violencia y acusaciones de violaciones entre las partes.
En la nota, el Ministerio argumentó que el Consejo de Seguridad no condenó la reciente explosión en el barrio damasceno de Def al Shuk, que el pasado viernes causó la muerte de cinco personas y heridas a 32, lo cual "ha animado a los terroristas a continuar sus crímenes contra el pueblo sirio".
El Gobierno sirio exigió al Consejo de Seguridad y a las Naciones Unidas que condenen el terrorismo, "cuyos autores, protectores y financiadores pretenden destruir Siria, dividirla y acabar con su unidad e integridad territorial".
Al menos diez personas murieron hoy y varias resultaron heridas, entre ellas mujeres y niños, por el estallido de un coche bomba en el suburbio de Yarmana, en las proximidades de Damasco, mientras que en la víspera hubo otro atentado en la ciudad siria de Deir al Zur (este), que causó la muerte de al menos cinco personas.
La agencia oficial siria informó hoy de que un nuevo "atentado terrorista" tuvo lugar en la zona de Hayar al Asuad, en los alrededores de Damasco, causando un número indeterminado de víctimas, mientras que grupos opositores explicaron que al menos ocho personas murieron en esa zona por el impacto en un autobús de un proyectil que había sido lanzado por la aviación del régimen.
Este tipo de actos, junto a los intensos bombardeos y enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes, ha dinamitado la tregua temporal planteada por Brahimi como una forma de cesar la violencia o, por lo menos, de reducirla para después iniciar un proceso de transición política.
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