David beckham visita camboya de la mano de unicef para llamar la atención sobre los niños en peligro


El exfutbolista David Beckham, Embajador de Buena Voluntad de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), ha viajado a Camboya para ver cómo esta agencia de la ONU y sus aliados ayudan a los niños que han sufrido abuso físico, sexual y emocional, y protegen a los menores vulnerables del riesgo.
“Estoy en Camboya para conocer a los niños que han sufrido violencia, escuchar sus historias y ver lo que Unicef y sus aliados están haciendo para mantener a estos niños a salvo. Es impactante que cada cinco minutos un niño muera por violencia en algún lugar del mundo. Esto debe parar”, apuntó Beckham en unas declaraciones difundidas hoy por este organismo de la ONU.
A principios de este año, en su 10º aniversario como Embajador de Buena Voluntad de Unicef, Beckham y esta agencia de Naciones Unidas lanzaron la campaña ‘7: el Fondo David Beckham Unicef’, con el fin de proteger a los niños en peligro.
Desde entonces, el exjugador del Manchester United y del Real Madrid se ha comprometido a usar su poderosa voz, influencia y relaciones internacionales para recaudar fondos vitales y animar a los líderes mundiales a lograr un cambio duradero y positivo para los niños.
Esos fondos permitirán a Unicef desarrollar programas para cambiar la vida de los niños en el mundo, incluyendo a aquellos afectados por la violencia en Camboya.
El lanzamiento de ‘7’(número que Beckhm llevaba a la espalda cuando jugaba en el Manchester United y en la selección inglesa) se produjo después de uno de los años más devastadores de la historia para los niños, ya que más de 15 millones de menores estuvieron expuestos a la violencia extrema en los principales conflictos de 2014, mientras que millones más se vieron afectados por los desastres naturales y miles quedaron huérfanos y sin escuelas por la devastadora epidemia del ébola.
Más allá de las situaciones de emergencia, Unicef subrayó que los menores también corrieron otros graves riesgos, ya que 168 millones de niños y niñas en todo el mundo son víctimas del trabajo infantil y muchos otros de la violencia sexual, la trata y la mutilación genital femenina.
Este organismo ha establecido lugares clave en siete regiones del mundo cuyos programas necesitan con urgencia fondos para ayudar a salvar y cambiar la vida de los niños en los próximos tres años. Algunos son programas en ciudades y pueblos, otros son nacionales y otros, regionales.
Con la financiación de esos programas en los próximos tres años, ‘7’ podría ayudar a proporcionar servicios de protección de la infancia y apoyo orientativo a los niños de El Salvador (el país con la tasa de homicidios infantiles más alta del mundo), suministrar bombas de agua y capacitar a las comunidades sobre su mantenimiento en Burkina Faso (donde una de cada cinco muertes infantiles están causadas por la diarrea) y apoyar a las madres que amamantan a sus hijos en Papúa Nueva Guinea (donde la desnutrición infantil ha causado retraso en el crecimiento a casi la mitad de todos los niños menores de cinco años).

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