De Boer urge a los países a cumplir el "plan de acción" para dar un "giro crucial"

  • Berlín.- El responsable de la ONU sobre Cambio Climático, Yvo de Boer, urgió hoy a la comunidad internacional a cumplir con el "plan de acción" de Copenhague (Dinamarca) y sellar un acuerdo sobre reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en una cumbre que marcará un "giro histórico crucial".

De Boer urge a los países a cumplir el "plan de acción" para dar un "giro crucial"
De Boer urge a los países a cumplir el "plan de acción" para dar un "giro crucial"

Berlín.- El responsable de la ONU sobre Cambio Climático, Yvo de Boer, urgió hoy a la comunidad internacional a cumplir con el "plan de acción" de Copenhague (Dinamarca) y sellar un acuerdo sobre reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en una cumbre que marcará un "giro histórico crucial".

"Sólo hay un Plan A, no hay un Plan B. A, de acción", dijo De Boer en una conferencia de prensa celebrada en Bonn (Alemania) en la que presentó las expectativas de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático.

De la cita danesa, que se celebra del 7 al 18 de diciembre, debe salir un acuerdo internacional de reducción de emisiones de CO2 que sustituya al Protocolo de Kioto, que expira en 2012.

Según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), los países industrializados deben reducir sus emisiones entre un 25 y un 40 por ciento en 2020 con respecto a 1990.

"Hay demasiado en juego. No queda tiempo para maniobras técnicas ni para estrategias nacionales", sostuvo De Boer.

En su opinión, es esencial que ese acuerdo no sea una mera "declaración política" sino que fije los objetivos concretos de reducción de los países industrializados, los planes de los países en vías de desarrollo y la financiación que se destinará a la adaptación a la lucha contra el cambio climático.

"Ya en 2010, los países ricos deberán poner sobre la mesa 10.000 millones de dólares para la mitigación y la adaptación al cambio climático de los países en vías de desarrollo", apuntó.

Según los cálculos de la ONU, a largo plazo, las necesidades de financiación podrían elevarse hasta 200.000 millones de dólares anuales para el recorte de emisiones y 100.000 millones para financiar medidas de adaptación al calentamiento global.

A su juicio, el nuevo acuerdo debe establecer además "de forma muy clara" los sistemas por lo que se gestionará esa financiación, de manera que se puedan emprender "acciones inmediatas" en los países en vías de desarrollo.

De Boer celebró que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, haya decidido acudir personalmente a la cumbre del clima de Copenhague y calificó su presencia de "crucial" para la adopción de un acuerdo que pueda convertirse en un tratado vinculante durante los primeros meses de 2010.

"El mundo está mirando hacia Estados Unidos" afirmó y añadió que Washington es el único país industrializado que aún no ha fijado objetivos concretos encaminados a reducir las emisiones de CO2.

EEUU ha lanzado un proyecto de ley que contempla una reducción hasta 2020 de entre un 17 y un 20 por ciento, con respecto a los niveles de 2005 -el resto de países toma como referencia 1990-.

Afirmó además que no ve "motivos" por los que EEUU pudiera abstenerse de firmar el acuerdo de Copenhague, pese a que no rubricara el actual Protocolo de Kioto.

Para de Boer, que de Copenhague no salga directamente un tratado vinculante -un objetivo que se ha dado por perdido durante las negociaciones- no constituye un problema.

"Un acuerdo sólido permitirá que las medidas entren en vigor de manera inmediata, sin tener que esperar a que ente en vigor el mecanismo político correspondiente", aseveró.

De Boer elogió los "planes ambiciosos" de países como China, la India, México e Indonesia y valoró que Brasil, Rusia y Corea del Sur hayan presentado propósitos similares en los últimos días.

"Necesitamos un último impulso por parte de los países industrializados", agregó y señaló que los países emergentes "parecen dispuestos a cumplir con su parte".

De Boer instó a la Unión Europea (UE) -que ha ofrecido una reducción del 20 por ciento que podría elevar al 30 por ciento si otros países realizan esfuerzos similares- a aclarar la "condicionalidad" de su propuesta y a dejar claro cuáles son sus objetivos.

La urgencia de actuar frente al calentamiento global quedó patente esta semana después de que el estudio científico internacional "Diagnostico Copenhague" advirtiera de que, si no se aplican medidas, la temperatura podría subir hasta 7 grados a final de siglo, muy por encima del límite de 2 grados por el que abogan los expertos.

Según el informe, en el que en el que ha participado el Instituto de Investigación del Clima de Potsdam, en los últimos 15 años el nivel del mar ha subido en más de 5 centímetros del siglo y podría subir en más de 2 metros a finales de siglo, más del doble de lo que se estimaba hasta ahora.

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