De un dolor de espalda a una depresión, el deporte puede ser un medicamento más para tu enfermedad

  • Utilizado como herramienta más que como terapia, el deporte contribuye a mejorar la calidad de vida de personas que padecen dolencias crónicas o incluso que tienen una discapacidad. La clave está en buscar un experto en medicina deportiva, el profesional capaz de dar al paciente una "receta" individualizada de la actividad física más indicada para su perfil.

Raúl Pacheco, 34, practica deportes para rehabilitarse
Raúl Pacheco, 34, practica deportes para rehabilitarse

José Luis, madrileño de 33 años y profesor de educación física, descubrió el año pasado que tenía artrosis. La enfermedad suponía que sus articulaciones, como las rodillas, la espalda y las manos, no funcionaban al cien por cien. A partir de ese momento el joven comenzó a usar el deporte con un nuevo fin: el de la terapia.

"Ya no puedo correr o escalar, cosas que hacía en mis días de ocio. También me ha limitado un poco en mi profesión. Ahora practico natación y ando en bicicleta porque son ejercicios que provocan menos impacto en las articulaciones", asegura José Luis. Sus médicos le recomendaron ejercicios a diario.

Utlizar el deporte como terapia se parece a un medicamento, ya que supone hacer una "receta" individualizadapara cada paciente. El encargado en dar esas "recetas" es el experto en medicina deportiva, capaz de indicar qué modalidad puede practicar el paciente, con qué frecuencia, en cuantas sesiones y hasta en qué posiciones debe hacerlo.

"No todas las enfermedades pueden ser tratadas con la ayuda del deporte, pero sí hay deportes que forman parte de la rehabilitación de ciertos pacientes, que tienen que estar muy bien dirigidos por sus médicos", explica África Illescas, jefe del Servicio de Rehabilitación del Consejo Superior de Deporte y profesora de medicina de laUniversidad Alfonso X El Sabio (UAX).

Así, los deportes que se suelen indicar para personas con ciertos tipos de patologías, según la catedrática de UAX y el profesor de psicología Francisco Fuentes, de laFacultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), son las siguientes:

Los que padecen problemas como la tensión alta o la mala circulación pueden beneficiarse decualquier ejercicio aeróbico de baja intensidad, pues exige menos esfuerzo del corazón, como la natación, el footing y el ciclismo.

Dolencias reumáticas.Es preferible practicar ejercicios de bajo impacto, como los practicados en el agua. Un ejemplo son la natación o el aeróbic acuático, ya que reducen el dolor, tonifican la musculatura e incrementan la circulación sanguínea en las articulaciones afectadas.

Estrés."Losdeportes de alta competitividad, como el baloncesto o el voleibol,ayudan a que uno se olvide de sus problemas, principalmente si son jugados entre amigos", comenta Fuentes. Al finalizar, el individuo se siente más relajadopor la liberación de endorfinas y por la distracción que el deporte le ofrece.

Hiperactividad.Niños hiperactivos necesitanreconducir su atencióny lo pueden lograra través de deportes que implican movimientos repetitivos, como la natación o las carreras.

Depresión. Si es un caso no muy grave, generalmente se indicandeportes que supongan una fijación de los sentidos a la hora de tomar decisiones, como el tenis, el pádel, el golf, el baloncesto, el fútbol y el balonmano.

Tengo una discapacidad, ¿puedo hacer deporte?

Si la limitación física no es una dolencia, sino una discapacidad,la actividad deportiva sí es recomendable, pues se trata deuna potente herramienta de sociabilidad y bienestar. Incluso existen profesionales dedicados a lo que se ha bautizado"deporte inclusivo", cuya principal característica es integrar a los deportistas con discapacidady sin ella en un mismo partido de fútbol, baloncesto, voleibol y muchos otros juegos colectivos.

Gracias al deporte inclusivo, el atleta de la selección española de fútbol sala PC Raúl Pacheco Pérez, 34 años, recupera sus movimientos día tras día. Él sufrió una parálisis provocada por dos infartos cerebrales, en 2004 y 2005, y desde entonces le resulta difícil coordinar sus movimientos y su habla.

"Con el deporte encuentras a muchas personas con problemas parecidos a los tuyos y ganas fuerzas para superarlos", cuenta Raúl, que se convirtió en entrenador de atletismo para personas con y sin discapacidad y trabaja en laFederación Española de Deportes para Personas con Parálisis Cerebral y Lesión Cerebral (FEDPC).

Profesionales delCentro de Estudios sobre el Deporte Inclusivo (CEDI) de la Universidad Politécnica de Madrid se dedican a que eso sea posible en escuelas, clubes y polideportivos de Madrid, con el apoyo de Fundación Sanitas. "Lo que hacemos esmezclar deportes y adaptar el entorno a esa persona con discapacidad. Si tienes unas normas bien específicas esa discapacidad queda en segundo plano", asegura el responsable de actividades de Cedi, Javier Alonso.

Asimismo, Alonso explica queel deporte actúa sobre la autoestima de las personas con discapacidad de igual manera que a las que no la tienen. "El deporte les da confianza, actúa sobre el autocontrol, disminuye la ansiedad, las depresiones, las dependencias. Ayuda sobre todo en el contexto de integración, lo más complicado para esas personas. Es una motivación enorme, sobre todo en lo que atañe a la integración social y a su autoimagen."Sigue @claudiavasc

Cláudia Vasconcelos
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