¿Debería prohibirse el burka o el velo?

  • Los diputados belgas han aprobado un proyecto de ley para prohibir el uso del velo integral islámico en lugares públicos un día después de que el Consejo de Estado francés pusiera en duda la legalidad de unos planes similares de Sarkozy. En Bélgica viven unos 370.000 musulmanes y se calcula que son más de 400 mujeres las que llevan el burka. Pero son muchas más las que llevan el velo, otro tema que también debaten los políticos del país.

Una mujer con burka descansa en una calle de Herat, Afganistán. (Imagen: EFE / Jalil Rezayee)
Una mujer con burka descansa en una calle de Herat, Afganistán. (Imagen: EFE / Jalil Rezayee)
EFE / Jalil Rezayee

Karima es musulmana y belga y vive escondida porque se negó a un matrimonio concertado y a llevar el velo.

La Comisión de Interior de la Cámara de Representantes belga, una de las dos cámaras parlamentarias del país, ha aprobado por unanimidad un proyecto de ley que prevé la prohibición del uso en público -incluidos espacios abiertos como la calle- del velo integral islámico.

La propuesta, que deberá ser aprobada por el pleno de la Cámara y luego por el Senado, podría hacer en algunas semanas de Bélgica el primer país de Europa que prohíbe el uso público de atuendos como el burka –la prenda que cubre completamente a la mujer y tapa sus ojos con una suerte de redecilla- o el nikab –la prenda que cubre completamente a la mujer pero deja sus ojos a la vista.

Aunque los diputados no han tomado ninguna decisión con respecto al uso del velo o yihab en la administración pública y los colegios, éste también es un tema que están debatiendo los parlamentarios y que ha generado polémica en las últimas semanas en el país.

Algunos colegios ya lo han prohibido, a pesar de no existir una ley al respecto, y esta misma semana el Ayuntamiento de Charleroi –una de las ciudades belgas con mayor población musulmana- ha decidido impedir el uso del velo a los profesores de colegios públicos, como parte de un nuevo reglamento que prohíbe el uso de "todo símbolo religioso o filosófico" excepto a los profesores de religión.

En la zona flamenca de Bélgica –donde la población musulmana es mucho más reducida que en el área francófona- también emitieron una orden el pasado septiembre para prohibir el uso del velo en las instituciones públicas.

Pero estas decisiones, generan algunas voces en contra entre los más de 370.000 musulmanes que viven en Bélgica. Una profesora de matemáticas de Charleroi que había sido expulsada de un colegio por usar el yihab a la que la Justicia le había dado la razón y había obligado al centro escolar a readmitirla, se ha visto obligada con el nuevo reglamento de Charleroi a interponer un nuevo recurso judicial.

El pasado sábado, unas 300 personas se manifestaron en Bruselas pidiendo que no se impidiera el uso del velo en las escuelas públicas bajo el lema "La escuela es mi derecho; el velo, mi decisión". En opinión de los organizadores una medida así "potencia la islamofobia", según cuenta la radio televisión pública belga.

Más de 400 mujeres con burka en Bélgica

Karima, autora del libro autobiográfico "Insumisa y sin velo" ("Insoumise et devoilée"), es una mujer musulmana belga de origen marroquí que se reveló contra los deseos de su familia y se negó a llevar el velo, además de decir no a un matrimonio concertado. No puede dar su apellido, "por razones de seguridad", pues su denuncia no sentó bien ni en su familia ni en el sector más conservador del islam.

Karima fundó hace año y medio una ONG que lleva el mismo nombre de su autobiografía para prestar apoyo y ayuda a las mujeres que se sientan presionadas a llevar una vida que no desean. Asegura que en Bélgica hay entre 400 y 600 mujeres que llevan el burka.

Dice que sólo en las pasados dos semanas han acudido a su ONG 16 mujeres para pedirles ayuda. Se trata de "casos muy similares" de mujeres de entre 17 y 38 años que llevan el burka y se enfrentan a matrimonios forzados, según cuenta Karima en una entrevista telefónica desde Verviers, en Bélgica.

"Son mujeres "puramente" belgas que se han casado con musulmanes nacionalizados belgas -de origen marroquí o pakistaní- que primero les pidieron que se pusieran el velo y luego pasaron al burka", añade indignada Karima.

Ella está en contra del burka, del nikab y del velo en el colegio y la administración pública, pues opina que "se empieza por el velo y se acaba por el burka", e insiste en que "el velo no es signo religioso ni lo observa el Corán".

Pero Mohamed Boulif, presidente del Comité Ejecutivo de Musulmanes en Bélgica, no está del todo de acuerdo. Ya en 2004 dijo que "es una pena que el debate se limite a la cuestión del velo, (…) que no es más que un símbolo". Así lo refleja el estudio "Islam y musulmanes en Bélgica, retos y oportunidades de una sociedad multicultural" escrito por Michel Teller, de la Fundación Rey Balduino.

El representante de los musulmanes en Bélgica indicaba que "la discriminación también se puede sufrir aún sin llevar ningún símbolo aparentemente distintivo" y opinaba que "hace falta que haya un esfuerzo enfocado hacia la mentalidad de la sociedad, a su responsabilidad y educación, más que a los símbolos [concretos]".

Por su parte, Karima se queja de que hasta ahora los políticos "parecen tener miedo de algo que desconocen", motivo por el que muchos no toman medidas y han dejado la decisión de permitir el uso del velo en las escuelas en manos del director de cada centro, que "tampoco sabe qué hacer".

Prohibición de todo tipo de prenda musulmana en los colegios


Para Karima, Bélgica debería seguir el ejemplo de Francia, donde ya hace más de dos décadas que el uso del velo no se tolera en las escuelas. Lo mismo opina María José Delgado, psicóloga y maestra de Primaria española que lleva más de siete años trabajando en Bruselas y anteriormente ejerció en Francia.

Delgado explica que el problema de que las niñas lleven el yihab en las escuelas es que dificulta su integración con los demás alumnos: "crea una cadena, porque primero quieren ir tapadas, luego no quieren ir a gimnasia y luego no quiere compartir la clase con los chicos, probablemente por influencia paterna".

Esta psicóloga y maestra asegura que "si en las familias viven esto, no les permiten adaptarse en la escuela y las niñas lo viven con mucho dolor". Añade que "últimamente se ha puesto de moda ir con el pañuelo [en Bélgica]; se ha convertido en un símbolo de identidad, más que religioso" y admite que en la sociedad belga "no hay ningún problema en llevar el velo en la cabeza y 'ropa normal' [en vez de túnicas]".

El experto en Oriente Medio e islam, Ferrán Izquierdo, opina que "obligar –en lo que se refiere a la forma de vestir- es algo que acostumbra a traer problemas, pero depende de los ámbitos. Estoy de acuerdo en que en los ámbitos cercanos al Estado, como las escuelas, sobre todo se tiene que respetar la laicidad".

Parlamentaria belga: "Bajo este velo hay una personalidad"

De hecho, en el Parlamento belga, una diputada con yihab ocupa un escaño desde junio del año pasado. El comienzo de Mahinur Ozdemir en la cámara como miembro del partido Cristiano Demócrata (CDH) no estuvo exento de polémica, pero ella pidió que los medios de comunicación y los políticos dejaran de discutir sobre su velo.

Ozdemir insistió en su libertad de pensamiento y acción. "Bajo este velo hay una personalidad, alguien comprometido", dijo al tiempo que pedía que dejaran el asunto del yihab a un lado y la juzgaran únicamente por su trabajo.

Proyecto de ley para prohibir el burka en Francia

El debate sobre el burka también está en pleno apogeo en Francia. Aunque Nicolas Sarkozy tenía intención de implantar una prohibición general del velo integral islámico–tanto del burka como del nikab- durante esta legislatura, un informe jurídico del Consejo de Estado galo publicado ayer advierte que tal medida sería anticonstitucional y contrario a la normativa de la Unión Europea.

El Consejo sí deja la puerta abierta a su prohibición en instituciones públicas, como la administración o los colegios. Según el Consejo galo, esto no contravendría la Carta Magna.

El presidente francés ha anunciado que presentará un proyecto de ley en las próximas semanas para implantar su prohibición. El Gobierno galo, más allá de la cuestión ética, considera importante llevar la cara descubierta por cuestiones de seguridad.

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