Defensa "vigila" 37.000 hectáreas de la red europea Natura 2000

  • Raúl Casado.

Raúl Casado.

Madrid, 11 ago.- El Ministerio de Defensa "vigila" más de 37.000 hectáreas incluidas en la red Natura 2000, algunas de ellas, como el Campo de Tiro de Las Bárdenas Reales (Navarra) o la Isla de Cabrera (Baleares), en enclaves de un valor medioambiental y paisajístico "excepcional".

Muchas de esas áreas se han convertido con el tiempo en reservas de biodiversidad y en ejemplos de paisajes de algunos de los sistemas naturales más representativos del Mediterráneo, como los hábitats costeros o salinos, los bosques o los hábitats rocosos y de cuevas.

Según datos del Ministerio de Defensa, de las cerca de 140.000 hectáreas que son de su propiedad total, aproximadamente el 26 por ciento están dentro de Natura 2000 y cuentan con alguna de las figuras de protección previstas en esa Red: Lugar de Interés Comunitario (LIC) o Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

La biodiversidad en algunos de esos espacios naturales que dependen del Ministerio de Defensa es tan elevada que alberga especies de flora y de fauna endémicas (en el Centro de Tiro Militar de Las Cañadas del Teide), ejemplares de las últimas poblaciones de tortuga mediterránea que sobreviven en la península (en la Base General Álvarez de Castro, en Gerona), o incluso del águila imperial Ibérica (en el Campo de Tiro El Palancar, en Madrid).

Natura 2000 es el principal instrumento de conservación de la biodiversidad que existe en la UE y, según los últimos datos publicados por la Comisión Europea, España cuenta con una superficie incluida en la Red de 147.918 kilómetros cuadrados (casi quince millones de hectáreas), lo que significa que el 27,27 por ciento de la superficie terrestre esta cubierta por estos espacios.

Desde hace más de veinte años se están identificando los espacios más característicos de nueve regiones "biogeográficas" europeas diferentes: boreal, continental, estépica, mar negro, panónica (gran llanura centroeuropea), mediterránea, atlántica, macaronésica y alpina, y en la actualidad la Red Natura cuenta con un total de 26.444 espacios.

España suma a esa red un total de 1.805 espacios (es el que país de la UE que más lugares y superficie aporta) representativos de las regiones mediterránea, atlántica, macaronésica (archipiélagos del Atlántico) y alpina.

Para favorecer la conservación de los espacios de la Red que pertenecen al Ministerio de Defensa y de las especies que habitan en ellos, este Departamento ha llegado a acuerdos con otras administraciones y ha facilitado la utilización de algunos campos de adiestramiento para mejorar los niveles de protección de algunas especies, como el camaleón común, el águila imperial o el ibis eremita (un ave de tamaño medio).

En total, el Ministerio de Defensa vigila y tutela once espacios incluidos en la Red Natura 2000.

Ocho de esos espacios naturales están en la península: el campo de tiro de artillería El Teleno (León); el campo de tiro de Jaizkibel (Guipúzcoa); el campo de tiro Las Bárdenas Reales (Navarra); el campo de tiro de San Gregorio (Zaragoza); la Base Álvarez de Castro-Campo de tiro San Clemente de Sasebas (Gerona); el centro de Tiro El Palancar (Madrid); la base y campo de tiro de Cerro Muriano (Córdoba) y la base Álvarez de Sotomayor (Almería).

Los otros tres espacios se encuentran en las Islas del Congreso, del Rey e Isabel II (Islas Chafarinas, al este de Melilla); la isla de Cabrera (Baleares) y el Centro de tiro de las Cañadas del Teide (Tenerife).

El archipiélago de las Islas Chafarinas conforma por ejemplo un hábitat muy importante para algunas especies como la pardela cenicienta, el águila pescadora o la gaviota de Audouin, y se ha convertido además en un enclave muy importante para la foca monje, uno de los mamíferos más amenazados del mundo.

Y el monte Jaizkibel -donde todavía crece la "Armeria euskadiensis", una planta endémica de la costa vasca amenazada de extinción- es un observatorio idóneo para contemplar la migración de muchas especies de aves, y el lugar donde muchas aves marinas se refugian de los habituales temporales de invierno.

En los once casos, lugares muy amplios y ubicaciones muy "singulares" a las que el acceso del público está limitado, pero que se han consolidado como reservorios de biodiversidad y en el hábitat privilegiado para muchas especies cuya supervivencia está ya muy amenazada.

Mostrar comentarios