El drama de las residencias

Aluvión de denuncias: "A mi padre le sedaron en lugar de llevarle al hospital"

  • Avelino falleció el pasado 7 de abril a sus 87 años en un centro de Segovia. Es una de las quejas que ha llegado hasta el Denfensor del Paciente. 
Avelino Cabrera junto a uno de sus tres hijos, Luis César
Avelino Cabrera junto a uno de sus tres hijos, Luis César
Cedida

De Avelino cuenta uno de sus hijos que siempre fue un luchador nato. Su primer trabajo lo tuvo a los 13 años sacando resina en el pinar que da nombre al pueblo que le vio nacer y en el que se enterrarán sus cenizas en cuanto su familia pueda desplazarse: Pinarejos. A pocos kilómetros se encuentra la residencia de mayores en la que falleció el pasado 7 de abril a sus 87 años. Se sentaba a comer con la primera víctima de coronavirus registrada en Segovia. "Ninguno de los cuatro que comían juntos ha sobrevivido", relata Luis César a La Información. Este segoviano no olvida esa llamada a las 03:30 horas en la que una auxiliar del centro le comunica que su padre había fallecido. Tampoco cuando el médico de guardia le indicaba unos días antes que "está infectado", que "no puede hacer más por el" y "procede a una media sedación". "¿Por qué no se planteó su ingreso en un centro hospitalario para su correcta atención?" Es la pregunta que no paran de hacerse en la familia y la que les ha llevado a ponerse en contacto con El Defensor del Paciente para "llegar hasta donde haga falta".

Todo empezó la semana del 30 de marzo cuando a Avelino le "detectaron fiebre alta", procediendo a la "administración de antibióticos". Tres días después su salud empeora "de forma radical y es cuando desde la residencia llaman al médico de guardia que acude desde Cuéllar". El día 7 de abril fallece. Su muerte ya está en manos de SDS Legal Abogados, expertos en derecho sanitario y colaboradores de la asociación presidida por Carmen Flores. En sus 30 años de experiencia el letrado Santiago Díez asegura que nunca han vivido tal aluvión de denuncias. "Los familiares quieren saber lo que ha sucedido con sus mayores", indica. A todos les piden un relato de lo sucedido así como todos los informes médicos que se puedan aportar de los fallecidos, lo que hace que a la pérdida del ser querido en una época en la que no han podido ni despedirse de él se sume ahora "todo un papeleo" que "no siempre es fácil ni llega"

En el caso de Avelino el Defensor del Paciente ya presentó un escrito ante la Fiscalía Provincial de Valladolid. Adjuntaron a la fiscal las reclamaciones de esta familia por entender la situación "grave" señalando a la "residencia Virgen del Rosario de Segovia" para la que solicitaron "medidas inmediatas para evitar más fallecidos, así como investigar cuántos han podido fallecer y/o estar infectados". En el escrito tachan de "horror" lo que viven los familiares y lamentan la "indefensión ante el estado de alarma por no permitirles verlos ni sacarlos, impidiendo que fallezcan con la dignidad que merecen". 

El hijo de Avelino se siente un tanto "engañado". El 9 de abril "ya no le pude ver y en la puerta me dijeron que se encontraba bien". Todas las semanas alguien de la familia se acercaban a visitarle. "Hasta antes del coronavirus no teníamos ninguna queja", pero cuando se enteran de que la primera víctima segoviana fallecida por coronavirus era una de las residentes empiezan a preocuparse. "Era justo la que comía con mi padre. El mismo día que murió él falleció otro de los que compartían la comida", recuerda. "Yo creo que me han engañado desde el día que cerraron", medita tras relatar que desde que su padre fue aislado. "Llamábamos todos los días para preguntar tanto por su salud como por la situación del centro y decían que estaban bien, cuando el número de fallecidos creemos que llegaba a diez residentes de los 30 que había". 

Luis César, cuya profesión le ha vinculado al mundo de la Sanidad desde hace ya más de 30 años, no entiende por qué a su padre "no se lo llevaron hasta el hospital para que recibiera los servicios que necesitaba". El médico de urgencia que le avisó le aseguró que "seguía el protocolo". Mientras busca esa respuesta se enfrenta ahora a los problemas que conlleva el que la residencia donde falleció cambiara de dueño la primera semana de mayo. Este medio se ha puesto en contacto con el centro y la única respuesta que ofrecen a cualquier pregunta es que "somos otra empresa porque la anterior lo ha dejado y no sabemos nada. Hemos llegado y cogido todo como está y no podemos dar información de lo que haya pasado antes".

Con ellos se puso en contacto el hijo de Avelino para que le hagan llegar toda la información médica que tengan de su padre. Sigue a la espera. Lo mismo le sucede con el historial médico solicitado al SACYL. Mientras, no puede olvidar que "me ha quedado la cosa de que si mi padre está mal por qué lo dejan allí". Y el drama para los familiares de los fallecidos en las residencias de España es aun mayor cuando intentan recopilar todo lo necesario para poner en marcha las denuncias porque a los informes médicos que desde el Defensor del Paciente les solicitan para estudiar su caso y ver si hay una base legal deben unir un certificado de defunción que tampoco llega, parados en los registros civiles que siguen atascados.

 El caso de Avelino no es el único que ya ha denunciado Carmen Flores, quien asegura que durante esta pandemia algunas residencias de ancianos han parecido "casas del terror". Hasta su asociación llegan demandas de ciudadanos que como Luis César no entienden "por qué a sus familiares les han sedado sin darles la oportunidad de acudir a un hospital" o "por qué no han podido sacar a sus familiares si no estaban contagiados", asegura Flores a este medio tachando las situaciones de "sinrazón que desde luego no tiene nombre y si lo tiene es muy feo". Vive esta situación como "la más dolorosa a la que se ha enfrentado en la en los 23 años que lleva en la asociación" y avisa que "no vamos a olvidar". 

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